J. A. Plaza.- El pícaro viento del Norte que tornó el veranillo de San Miguel en Otoño nos trajo estos últimos días a la Villa y Corte soplos de la aventura nacionalista catalana. Aprovechando que Madrid se inflama en protestas callejeras a la Puerta del Congreso, los políticos catalanes convocan nuevas elecciones en la esperanza de obtener respaldo en forma de votos para mover ficha en jaque a la unidad de España o al menos ganar posición en el tablero fiscal de la nación.
Que la mejor defensa es un ataque lo sabía Tzun-Tsu, lo sabía Napoleón y lo sabía hasta Helenio Herrera. Que cuando uno no quiere pasar por el acto de contrición y la confesión de sus pecados para obtener la absolución lo mejor es señalar como culpable al enemigo externo, lo sabe hasta Cristina Fernandez de Kirchner. Pero lo que no sabíamos es que el enemigo, a decir del Señor Más y del Señor Durán y Lleida, ¡somos el resto de los españoles!
Vayamos por partes; por un lado, al reclamar un nuevo pacto fiscal, la Hacienda catalana parece obviar el hecho de que Cataluña recibe 18.000 de los 27.000 millones de euros en impuestos que recauda (aproximadamente un 60%), mientras que Madrid, por poner un ejemplo, sólo gestiona el 17% de los mismos. También es un dato que Cataluña recibe en términos netos 4.300 millones más que nuestra Comunidad, a pesar de que los madrileños aportamos 2,4 veces más a los fondos del Estado que la Generalitat: en Madrid se recaudó un 150% más que allá.
Más aún, examinando el argumento nacionalista de que el PIB catalán se ve reducido en un 8,4 % por las aportaciones (“expolio” en su lenguaje afilado) al resto de la península, podríamos contraponer los gastos que el Estado asume por la gestión de determinados servicios e infraestructuras de propiedad pública, desde los ferrocarriles hasta la Defensa Nacional. Dado que este concepto se podría asimilar a los gastos generales y de estructura central de cualquier empresa, el porcentaje que Cataluña debería pagar por este concepto puede rondar el 10%. Por tanto, muy probablemente de la asunción de estos servicios no quiera ni oír hablar el Govern. De hecho incluso se ha llegado a decir que una Cataluña nación no tendría ejército. Bien. En caso de conflicto, ¿Cómo tienen pensado defenderse dado que estarían fuera de la OTAN y de la UE? Dato al margen: para la entrada de un nuevo Estado en la Unión Europea, según el tratado en su artículo 49 se exige para ello la unanimidad de todos los miembros, quórum que nunca se llegaría a alcanzar, como tampoco lo alcanzarán Escocia ó Valonia.
Porque… ¿Cuál es la realidad de las cosas? La realidad es que en Cataluña el gasto público es uno de los mayores de España, alrededor de 12.000 euros por habitante/año, mientras que en Madrid, la tercera con menor gasto, está en 6.000 y algo. Lo cual no quiere decir que los catalanes, por desgracia, reciban más o mejores servicios públicos sino que éstos están peor gestionados y salen más caros de mantener (¿porqué una enfermera de hospital público en Cataluña gana bastante más que en Madrid?).
La realidad es que la deuda que dejó el gobierno tripartito PSC/ERC/ICV ha destrozado las arcas públicas catalanas. Que las sucesivas emisiones de bonos “patrióticos” han sido un fiasco que han llevado a las agencias de rating financiero a calificarlas de bono basura. Que el mantenimiento de signos de orgullo como las 120 embajadas catalanas cuestan del orden de 1,5 millones cada una (multiplique). Que los escándalos financieros se suceden en la vida pública catalana: casos Pretoria, Palau, etc. Que el parlamento autonómico catalán es el más caro de España, con 60 millones de presupuesto. Que la apertura de la economía catalana al exterior está por debajo de la de Luxemburgo, Irlanda, Eslovaquia, Estonia ó Hungría. Que el uso del catalán es un coste de transacción insuperable para las exportaciones y las operaciones de las empresas catalanas. Que la competitividad de la economía catalana, a pesar del crecimiento de los últimos años (inferior al de la media nacional) ha decaído. Que Cataluña ocupa el puesto 66 en inversiones en I+D de las 201 regiones europeas…. Comparen este panorama con el de la Comunidad de Madrid, paradigma de gobierno liberal, frente al intervencionismo catalán.
Este es el verdadero problema de Cataluña, creado por sus extravagantes dirigentes y sus veleidades manirrotas. Pero a pesar de las continuas provocaciones que intentan separarnos, a pesar de la falta de conocimiento mutuo que a veces existe, a pesar de todo…queremos a Cataluña, y tenemos la labor de ayudar a nuestros hermanos catalanes; hermanos con los que hemos luchado en Dinamarca o en Cuba, con los que hemos construido maravillas como el Poblet o con los que hemos degustado deliciosos mel i matós. Amar a Cataluña, sí, más que nunca. Todos juntos superaremos los desafíos que una minoría sectaria que solo se ama a sí misma quiere imponernos.
*Jose Antonio Plaza es vocal vecino de Obras Públicas de la Junta Municipal de Salamanca y Jefe de Área en la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid.
FBernal says:
Buen artículo Jose Antonio, con datos objetivos y argumentos derivados de los mismos que, aunque a algunos no les guste, reflejan la realidad de Cataluña. Yo estuve trabajando y viviendo allí durante 4 años (2001-2005) y la realidad cotidiana que viví no se parece en nada a lo que tienen hoy día (no me excluyeron por no hablar catalán, ni me marginaron por haber nacido en Madrid, ni me menospreciaron por tener raíces andaluzas…). Te puedo decir que los catalanes que yo conocí (de pura cepa, charnegos, de adopción… del Barça, del Madrid… de todo tipo de ideología), y con los que sigo guardando buena (y en algunos casos estrecha) relación son, en general, gente trabajadora, responsable y que se aleja del estereotipo que representa su nefasta casta política. No se merecen los catalanes ni nos merecemos el resto de España que se cuestione y se torpedee políticamente la integridad y unidad del país, sobre todo porque supone un empobrecimiento para todos en todos los ámbitos y no estamos precisamente ahora para echar más leña y carbón a las calderas. Por eso YO TAMBIÉN AMO A CATALUÑA.
Lucas says:
¿Pero realmente creéis que la relación entre Catalunya y España se circunscribe a lo económico? ¿No sabéis que desde hace cientos de años el pueblo catalán se siente diferente e incluso antagónico al del resto de la península? ¿Que tienen sentimiento de país conquistado, dominado, como lo tiene Irlanda del Norte respecto a Inglaterra?
Lo del pacto fiscal, siendo importante, no es más que el terreno de juego en estos tiempos de crisis que ha dibujado la burguesía catalana y catalanista para superar su penuria financiera.
Por desgracia, la falta de reflejos de Rajoy ha permitido que este asunto se convierta en el detonante y portón de entrada de la corriente independentista. Ha sido el españolismo del PP, queriendo usar la crisis económica para reducir el estado autonómico, el que ha provocado la reacción contraria, que la crisis abra la puerta a la independencia.
Esta relación causa efecto se puede contrastar en las hemerotecas. El PP lleva años intentando recentralizar España, y creía que con el fondo de liquidez autonómico lo iba a tener conseguido.
¿Y el PP catalán, valedor de los presupuestos de Mas, qué dice ahora?
Teresa says:
(MAGNIFICA CARTA DE UN CATALAN)
Un ejercicio de autocrítica encomiable siendo catalán.
Y que cunda el ejemplo, por el bien de todos.
LA HISTORIA NO PERDONA LOS MITOS.
Soy un barcelonés de 30 años que, como mi generación, creció con el Club Super 3, el Tomàtic, la Bola de Drac, la Arare , Sopa de Cabra, Els Pets, Els Caçafantasmes, “Regreso al Futuro”… Veíamos la predicción del tiempo en la TV 3, con los dibujos de soles y nubes sobre un mapa de los Países Catalanes.
En la escuela nos explicaban la historia de las cuatro barras, pintadas por el emperador franco con la sangre de Wilfredo el Velloso sobre un escudo o tela de color amarillo-dorado: así nació nuestra bandera ( la Senyera ). Los domingos por la mañana bailábamos sardanas en la plaza de la Iglesia , y daba gozo ver en un mismo círculo a los abuelos y los nietos, cogidos de la mano. En Navidad hacíamos cagar al “Tió”, y poníamos un “Caganer” con barretina en el Nacimiento. Así, disfrutábamos de una auténtica Navidad catalana como Dios manda.
En la primavera cogíamos las Xirucas ( Chirucas , marca de calzado ], y nos íbamos a nuestros Pirineos a disfrutar de nuestras montañas y sierras, en nuestra tierra. Celebrábamos la “Diada”, con ánimo de no olvidarnos de la derrota de nuestro pueblo contra Felipe V y los españoles.
Somos un pueblo trabajador, con carácter, distinto del resto. Tenemos la Caixa , el RACC, los Mozos de Escuadra y los Ferrocarriles Catalanes. ¿Qué más queremos? Pues queremos, queremos, queremos…
Pero la verdad no se puede ocultar siempre. Te vas de Erasmus a Londres, y descubres que existe vida fuera de nuestro pequeño planeta catalán. Que también hay trabajadores con carácter en otros territorios. Que la Caixa no es tan importante, si se compara con el Comercial Bank of China. Que solamente una ciudad como Shanghái tiene 20 millones de personas (tres veces toda Cataluña).
Descubres la verdad: que lo de las cuatro barras de Wifredo el Velloso sólo era una leyenda, un mito, sin fundamento histórico. Ni Wifredo fue contemporáneo del emperador, ni se usaba la heráldica en ese siglo. Además, hasta la unión con Aragón, el emblema de los condes de Barcelona fue la cruz de San Jorge (una cruz de gules sobre campo de plata).
Descubres que la sardana la inventaron en el año 1817. Fue un tal Pep Ventura, que tampoco se llamaba Pep sino José, nacido en Alcalá la Real, provincia de Jaén, e hijo de un comandante del Ejército español.
Se la inventaron, porque no podía ser que la jota de Lérida o del Campo de Tarragona fuese el baile nacional. Y tampoco podía serlo el baile denominado “El Españolito”. Por eso se inventaron la sardana a comienzos del siglo XIX: para crear una identidad nacional inexistente hasta entonces. La sardana, otro mito.
Descubres que en 1714 no hubo ninguna guerra catalana-española, que Cataluña no participó en ninguna derrota bélica. Fue una guerra entre dos candidatos a la Corona de España, vacante desde la muerte de Carlos II sin descendencia: entre un candidato de la dinastía de los Borbones (de Francia) y otro de la de Austria (de tierras germánicas). En todos los territorios de la Corona de España hubo austracistas y borbónicos: por ejemplo, Madrid, Alcalá y Toledo lucharon en el mismo bando que Barcelona. No fue, como intentan venderlo, una guerra de secesión, sino de sucesión: ningún bando aspiró nunca a romper la unidad dinástica entre Castilla y Aragón, ni la separación de Cataluña. La Diada , otro mito.
Descubres que el “Caganet” del belén es una “tradición” que no se generaliza hasta el siglo XIX, como la sardana. Y que el “Tió” es otra milonga identitarias y absurda. La Navidad catalana, otro mito.
Te das cuenta que [los nacionalistas] nos han tomado el pelo. No nos han educado, sino adoctrinado. Que nos han alimentado, sin darnos cuenta, de una “ideología total” que se encuentra por encima de todo y de todos. Lo abarca todo: permite pisar el derecho de las personas, modelar la Historia a su gusto, y determinar qué está bien o mal.
Te das cuenta que [los nacionalistas] nos han adoctrinado a través de mitos, leyendas, mentiras. Que han construido o falseado una realidad, con tal de fundamentar su ideología. Intentaré poco a poco ir comentando esos mitos. Pido ayuda y la colaboración de todos, para tratar de encontrar otras mentiras. Así, [los catalanes] podremos liberarnos de esos mitos, y ser libres de verdad.
Está claro que eso de viajar, es para algunos, una estupenda vacuna contra la estupidez y el aldeanismo.
FBernal says:
Desconozco si la carta aportada por Teresa de verdad la ha escrito un catalán (y más de 30 años), pero a algunos y algunas habrá que dársela para que la lean y, en caso de estar en contra, aporten argumentos válidos y referenciados a hechos históricos objetivos de los mitos creados en torno al falso catalanismo destructivo y excluyente que de un tiempo no muy lejano a esta parte está impregnando a la muy respetable sociedad catalana.
Francisco says:
Teresa, totalmente deacuerdo, ademas, eso se puede extendrer a muchas mas cosas.
Jose Antonio Plaza says:
Sr. Lucas: En primer lugar confunde usted a un porcentaje del pueblo catalán con la totalidad del pueblo catalán ¿verbaliza un deseo personal?. Y en segundo: precisamente el articulo lo que quiere resaltar es que hay mas lazos de unión que de desunión entre Cataluña y España; otra cosa es que los provocadores -que de eso se trata- solo quieran ver en la relación la parte de enfrentamiento que ellos mismos generan. Como cuando un niño tira la piedra y luego se queja cuando le devuelven la pedrada….¡Ay, estos planteamientos pueriles de base…! Al menos se les ve venir de lejos.
karma says:
Me encanta este tipo de artículos, pues llegas a conocer la realidad, más que genialidad, de algunos supuestos defensores de la gran y única verdad, o sea la suya.
Este personaje, supuestamente catalán, cosa que se puede dudar debido a su pobre información; lo único seguro y cierto, es que no es historiador e informa con verdades a medias.
Empecemos a desmontar dicho artículo:
La leyenda de la cuatro barras, es solo eso, una leyenda (por favor, revisar en el diccionario el significado de leyenda) y eso, lo sabemos todos los catalanes y no por eso renegamos de nuestro origen. España está plagada de leyendas, como en el resto del mundo.
El emblema de los condes de Barcelona, no era la cruz de san Jorge, no sé de dónde habrá sacado semejante tontería; san Jorge era el patrón del linaje de los condes de Barcelona y también de los primeros reyes de Aragón.
Las cuatro barras se usaban ya, como emblema de los condes catalanes, que esté documentado, desde Ramón Berenguer IV (1.113 – 1.162) que se casa con Peronella de Aragón hija del rey de Aragón Ramiro II, uniéndose así, el reino de Aragón con el condado de Barcelona y sus condados dependientes de él (Girona, Osona, Ribagorça y Cerdanya) entre otras posesiones como Provença. Así, las cuatro barras pasan a representar a la corona de Aragón y a su linaje.
La Sardana fue inventada en 1.817? Aquí ya es para morirse! No se sabe del cierto su origen, como pasa con la mayoría de tradiciones y folklore de cada pueblo; sólo se sabe que está documentado como baile y con ese nombre, en el siglo XVI
Pep Ventura la inventó? No, la enriqueció, la ordenó e hizo que se popularizara enormemente; era un gran compositor y mejor músico.
Nació en Jaén y su padre era militar? Sí, y (el padre era militar y estaba destinado en Alcalá la Real, Jaén, con su mujer, cuando nació Pep Ventura). A los dos años de edad, volvieron a Figueres, (por cierto, dónde nacieron sus padres). Allí vivió hasta su muerte en 1.875.
Por supuesto que existen las jotas en Catalunya, (en tierras del río Ebro). Por cierto, su origen es del siglo XVIII (un siglo después que la sardana).
1714 nunca fue una guerra de secesión si no de sucesión? Pero por favor, ¿Cuándo los catalanes han dicho que fue de secesión? Siempre se ha dicho de sucesión! A parte de ello, los problemas ya empezaron unos 50 años antes, con la “guerra dels segadors” también llamada de secesión (1.640 – 1.652). Quizás se confunda aquí este señor, aunque me sorprende que sea exacto en que fue Carlos II y no otro rey (para algunas cosas sabe mucho, para otras…).
En el conflicto, una parte como bien dice, apoyaba a la casa de los Austria y otra a los Borbones (desconocidos en España por aquel entonces), los Borbones eran absolutistas mientras que los Austria eran pactistas. Finalmente Felipe V ganó, cuando terminó la guerra con Barcelona sitiada durante más de un año, se abolieron todas las leyes existentes y se impuso el “decreto de nueva planta”, entre otras cosas, mandaba ir sustituyendo progresivamente el catalán en favor del castellano; se destruyó un barrio entero (La ribera) para construir la ciudadela y aplacar posibles rebeliones, etc. La diada es un día de superación de adversidades y de realzo identitario, sea o no independentista, no se celebra una derrota, sino que se conmemora a los héroes de 1.714 y recuerda que los catalanes son un pueblo orgulloso; como lo son los castellanos, gallegos, asturianos, etc.
La navidad catalana es un mito? No entiendo porqué se mofa de la tradiciones catalanas, como si existieran para adoctrinarnos o ser nacionalistas. Que daño hace la figura del “caganer” en un pesebre? Que sepa que esta curiosa tradición, nació a finales del siglo XVII y se popularizó en el XIX. También existen figuras semejantes en las islas canarias, Murcia (el cagón) i Portugal (el cagador).
El tió es un tronco que se pone por navidad, se le tapa con una manta y los niños le dan bastonazos, mientras cantan; acto seguido descubren regalos, que los mayores han dejado anteriormente. También en Aragón (se le llama Trona, Toza o Tizón) y en Occitània (Francia). El pesebre, como si fuera un invento del siglo XIX! En el siglo XVII ya se colocaban esculturas de todos los personajes del belén. El
primer pesebre que se conoce, fue en 1.223 en Grecci (Italia).
Señor Josep Savalls, se pueden usar seudónimos para reconciliar o incluso confundir, pero para atacar o desprestigiar… esto me huele mal.
En Cataluña existen muchos medios de comunicación que informan de manera diferente, parece ser que en el resto de España, no existen diferentes puntos de vista… y nos dice Esperanza Aguirre que España tiene 3.000 años de historia… eso no es adoctrinamiento nacionalista?
Sólo les pido que sean críticos con todo lo que circula en internet, intenten analizar y contrastar, con enciclopedias, libros y gente culta. No todo lo que está escrito, es real.
Sergi Pagès