Los abogados de familia permiten que el divorcio sea lo más amistoso posible

Madrid,

La buena predisposición de los cónyuges, especialmente los que tienen hijos menores, es vital para no generar traumas innecesarios

En muchas ocasiones el divorcio es la herramienta más útil para que una pareja pueda llegar a un equilibrio y estabilidad. Aunque existen figuras menos drásticas, como la separación, lo que sí se aconseja siempre es contar con un buen asesoramiento jurídico que dé certidumbre y, sobre todo, que ayude a mitigar los posibles traumas que puede causar un hecho tan definitivo. 

Sin embargo, es posible llegar a acuerdos mutuos siempre y cuando un buen despacho de abogados de Madrid siente a los cónyuges litigantes y les exponga todas las ventajas que significa llegar a acuerdos en común y evitar, a toda costa, que sea un juez el que tenga que decidir en la liquidación de gananciales. 

Además, cuando la pareja tiene hijos menores a su cargo, la situación se complica aún más, pues hay que establecer un convenio regulador, determinar la custodia y, en cualquier caso, la pensión de manutención. En este sentido, lo más aconsejable es que se prioricen los intereses de los menores y que sean los adultos los que, en cualquier caso, se sacrifiquen, como parte de su responsabilidad. Por ese motivo, la custodia compartida es lo que mejor dispone la ley para que los menores no pierdan el contacto o el día a día con ninguno de sus progenitores

Las grandes ventajas del mutuo acuerdo

En primer lugar, es posible ahorrar mucho tiempo y dinero, además de poder recibir una asesoría jurídica conjunta; por tanto, si lo que se quiere con el divorcio es desligarse física, emocional y patrimonialmente de la otra persona, esta vía ayudará a tal fin. 

Del mismo modo, establecer si debe, o no, haber pensión compensatoria, determinar el uso de la vivienda familiar o del vehículo en común, son cosas que, en principio, no se tienen en cuenta, pero que dado el caso, habrá que dirimir. ¿Alguien piensa que litigar es la mejor forma de resolver? Obviamente no. Por eso, los abogados de familia con mucha solvencia siempre intentan que las partes hagan a bien ese reparto y sobre todo, vigilar el equilibrio del mismo. 

Modificación de medidas

¿En qué consiste? Pues principalmente, una vez que un juez dicta la sentencia y establece un convenio regulador, este es un documento vivo que puede ir adaptándose según las circunstancias personales y económicas sobre las que rige esa medida. 

Por tanto, si un padre tiene que pasar la manutención de equis dinero a sus hijos, pero se ha quedado en paro, tiene menos ingresos o se tiene que alquilar una vivienda por mayor valor, puede pedir una revisión para reajustar esa prestación. Porque se trata, precisamente, de que ninguna de las partes vea mermadas sus circunstancias, pero también ayuda a que se cumplan sus obligaciones, teniendo en cuenta la realidad de cada instante. Esta tarea la puede llevar, perfectamente, un letrado de familia. 

Visitas de abuelos a nietos

A veces los divorcios no solo son traumáticos para la pareja y los hijos, sino que el resto de la familia también puede sufrir las consecuencias de este hecho. En este caso, las figuras de parentesco que más lo hacen son los abuelos; de ahí que la propia ley establezca el derecho de estos de tener contacto con sus nietos. Pero se dan muchas circunstancias en las que a veces se complica y es ahí donde las destrezas de un abogado pueden servir de ayuda. 

En definitiva, un bufete de abogados que lejos de avivar una situación emocional complicada, tiene las herramientas y la solvencia suficiente para conducirla hacia derroteros más pragmáticos y en los que ambas partes encontrarán resarcidos sus intereses, en gran parte, es lo que necesita una pareja que se quiere divorciar. Lo que está claro que dejar elegir a un juez no siempre salda los intereses de los cónyuges, por lo que al trauma del divorcio habrá que añadirle la frustración por no considerar justas las medidas. Evitarlo está en manos de los litigantes y de los buenos expertos de la abogacía. 

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