A. Inurrieta*.- Recordando esta canción de los 80, en la que se invoca que lo que hagas o lo que digas no le importa a nadie, me viene a la memoria que este fin de semana se celebra un mini congreso del PSOE para elegir delegados al Congreso Federal de esta organización. Como es habitual en esta organización desde hace ya muchos años, el gran debate se centra en quién irá de delgado/a, número de delegados/as de cada candidatura y en si el próximo congreso en Madrid supondrá o no un vuelco en la Secretaría General de la federación madrileña.
Este apasionante cónclave está llenando los medios de comunicación estos días, pues ya sabemos la afición al canibalismo y al chascarrillo que gastan algunos medios de comunicación, pero está poniendo al descubierto, una vez más, la inutilidad de una organización como el PSOE en la CCAA de Madrid. Esta región está gobernada desde hace ya más de 20 años por el PP, y prácticamente después de las últimas elecciones autonómicas y municipales, copa aproximadamente el 80% de la población gobernada por dirigentes de ese partido. Por tanto, la reflexión que merece hacerse, ya desde la distancia de un ciudadano comprometido, pero no militante, es si realmente es útil a la sociedad una organización que ya no aporta prácticamente nada al debate político, que su oposición en las instituciones responde más a espasmos, que a reflexiones medias, pensadas y rigurosas. La realidad social, además, nos muestra que prácticamente nadie conoce las actividades de oposición política, al carecer de terminales sociales, universitarias, profesionales o empresariales donde poder influir para construir una alternativa creíble.
Recordando esta canción de los 80, en la que se invoca que lo que hagas o lo que digas no le importa a nadie, me viene a la memoria que este fin de semana se celebra un mini congreso del PSOE para elegir delegados al Congreso Federal de esta organización. Como es habitual en esta organización desde hace ya muchos años, el gran debate se centra en quién irá de delgado/a, número de delegados/as de cada candidatura y en si el próximo congreso en Madrid supondrá o no un vuelco en la Secretaría General de la federación madrileña.
Este apasionante cónclave está llenando los medios de comunicación estos días, pues ya sabemos la afición al canibalismo y al chascarrillo que gastan algunos medios de comunicación, pero está poniendo al descubierto, una vez más, la inutilidad de una organización como el PSOE en la CCAA de Madrid. Esta región está gobernada desde hace ya más de 20 años por el PP, y prácticamente después de las últimas elecciones autonómicas y municipales, copa aproximadamente el 80% de la población gobernada por dirigentes de ese partido. Por tanto, la reflexión que merece hacerse, ya desde la distancia de un ciudadano comprometido, pero no militante, es si realmente es útil a la sociedad una organización que ya no aporta prácticamente nada al debate político, que su oposición en las instituciones responde más a espasmos, que a reflexiones medias, pensadas y rigurosas. La realidad social, además, nos muestra que prácticamente nadie conoce las actividades de oposición política, al carecer de terminales sociales, universitarias, profesionales o empresariales donde poder influir para construir una alternativa creíble.
La sociedad madrileña, que ha evolucionado mucho desde la época de Tierno Galván, asiste ya resignada a que en esta Comunidad no hay alternativa política solvente, y así la evolución del voto por segmentos de edad, renta, género o clase social, demuestra empíricamente esta triste aseveración. Comenzando por la capital, el análisis sociológico, político y económico de los distritos, que no se hace desde esta organización política, muestra varios fenómenos a tener en cuenta. Por un lado, la almendra central revela un proceso de envejecimiento muy acusado, y una clara expulsión de la población más joven a la periferia. Esto ha venido acompañado por una despoblación económica, quedando únicamente los servicios profesionales, generando también una cierta especialización en el comercio y una progresiva pérdida neta de población. Por el contrario, los distritos más periféricos, antaño semillero de votos de las izquierdas en Madrid, han ido evolucionando de forma muy rápida y ya hoy muestran una mayoría de voto conservador, muy a pesar del abandono económico que han sufrido en los últimos años, con una clara asimetría en dotaciones de todo tipo. Tal vez, las grandes obras de infraestructuras llevadas a cabo, como M30 o el metro, han saciado la sed de justicia y equidad en muchos ciudadanos, y poco a poco han girado su voto y hoy se puede decir que la gran mayoría de ciudadanos de la capital, abrazan la política municipal conservadora, aunque habrá que esperar a observar el efecto del cambio de inquilina en el flamante Palacio de Cibeles.
Esta hegemonía política deja huérfanos a un porcentaje de población, es verdad que cada vez menos, que preferiría una opción progresista plural, pero que observa que la actual dirección del principal representante de esa opción, se empeña en romper suelos electorales. Primero fue el suelo del 30%, y ahora se encamina victorioso, y sin oposición, a romper el suelo del 20%, lo que sin duda ya marcará el umbral de ser una opción marginal, lo que sin duda servirá para llevar al récord Guiness de cómo destrozar una marca electoral y un proyecto de cambio alternativo. Cuando un partido político, o cualquier otra organización social, se sitúa en esos porcentajes, ya no se puede catalogar de opción de gobierno.
En esta fase está el PSM, despojando y descapitalizando humanamente esta organización, creyendo que la propiedad es de sus militantes y dirección, sin recabar que es la sociedad, mayoritariamente, quien sufraga su sesteo e incapacidad en las instituciones. Los gritos de algunos se han tapado con amenazas y con descalificaciones, pero la huella y el espíritu de esta desazón se nota en la mirada de muchos madrileños/as.
*Alejandro Inurrieta es exconcejal del Ayuntamiento de Madrid y miembro de la Asociación Puerta de Alcalá.
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Ilustración: Patri Tezanos (Zonaretiro.com)