J. A. Aguilera*.- Entraba dentro de lo previsto que el Concejal del Distrito de Salamanca, Fernando Martínez Vidal, lanzase una soflama monárquica en el Pleno de la Junta de Distrito celebrado el pasado martes 10 de junio. También, que tal intervención resultase anacrónica y contradictoria, para alguien tan enraizado con Alianza Popular –que como todo el mundo sabe, no fue precisamente ardiente defensora de la Constitución en 1978-.
Lo que resultó del todo inadmisible es que, haciendo abuso de las facultades de su cargo, no facilitase el uso de la palabra al resto de los grupos políticos sobre este asunto, y en particular se la quitara al portavoz de Izquierda Unida. Si él quiere decir falsedades sobre el apoyo que la monarquía tiene en el distrito, es cosa suya y de su credibilidad política, pero no puede negar por la fuerza la expresión de otras visiones y otras sensibilidades.
La falacia del respaldo a la monarquía, basándose en el resultado de la votación sobre la Constitución en 1978, no se sostiene. La España de 2014 no es la misma que la de entonces, como botón vale la muestra de las Elecciones Europeas del 25 de Mayo. Y cuando cambia el pueblo, han de cambiar las leyes.
Si traducimos este último voto a la cuestión Monarquía/República, veremos que dicho supuesto refrendo se resquebraja, incluso en el Distrito de Salamanca. ¿Es Vox monárquica? ¿Lo es Ciutadans? Lo dudo. Y desde luego, generoso sería atribuir un voto monárquico directo a la mitad del PSOE, por mucho que diga “el marqués de Rubalcaba”.
Suponiendo que en la mayoría de seguidores de Martínez Vidal se haya implantado el constitucionalismo con fuerza suficiente como para hacer olvidar las “Leyes Fundamentales” franquistas, en el distrito de Salamanca no saldría tan aplaudido Juan Carlos I como el concejal asegura con la boca pequeña.
Otra cosa es que en ese ansiado y necesario referéndum se jugase con las cartas marcadas y la pistola en la mesa, pues sólo hay que mirar los escenarios castrenses en los que se mueve la corona últimamente, para comprender quiénes son los verdaderos valedores de la Zarzuela. Como sucedió en 1978, la monarquía en España es producto del interés y del miedo.
* Juan Antonio Aguilera es vocal vecino de IU-LosVerdes en el distrito de Salamanca