J. A. Aguilera*.- Los trabajadores y trabajadoras de la Casa de la Moneda están muy preocupados por su futuro laboral. Ante la intención del Banco de España de quedarse con la fabricación de billetes, con la subsiguiente afectación de unos 400 puestos de trabajo y el debilitamiento de la entidad en su conjunto, la plantilla ha iniciado movilizaciones y contactos a todos los niveles.
La entidad, que lleva desde 1893 en el Distrito de Salamanca (primero en la fábrica de Colón y desde 1964 en la de Jorge Juan) es el mayor centro industrial de la zona.
Sus más de 1.200 empleados generan importante movimiento económico en la zona, además de ocupar un edificio singular que, entre otros servicios, cuenta con uno de los mejores Museos de numismática del mundo. Su estatus institucional se hace evidente cuando es objeto de visitas de alto nivel: reyes, embajadores, ministros nacionales y extranjeros…
Pero nada de eso importa al concejal presidente del Distrito de Salamanca, Fernando Martínez Vidal. Ni los puestos de trabajo ni la relación institucional ni el impacto económico.
Izquierda Unida-Los Verdes del Distrito de Salamanca, consciente de la situación crítica de la entidad, quiso movilizar al resto de fuerzas políticas mediante una proposición al próximo Pleno de la Junta. Esta proposición planteaba formar un equipo que se entrevistase con la Dirección y el Comité de la Casa de la Moneda y se preocupase por su coyuntura, al tiempo que se acordaba una declaración conjunta en que se expresaba el reconocimiento de la importancia de la Casa de la Moneda y se ofrecía colaboración para salir con buen pie de este trance.
El concejal no ha admitido la proposición por entender que el asunto es de “ámbito general” y no está en “sus competencias”. ¿No está en sus competencias preocuparse por gente que lleva más de 100 años trabajando aquí? ¿Es un asunto “de ámbito general” informarse de lo que sucede en una de las empresas más importantes del distrito?
No hay más que recordar los apoyos de ayuntamientos a los trabajadores de Coca-Cola, los astilleros, el carbón, etc. Ellos sí saben cuál es su responsabilidad y sus competencias. Pero un concejal que rechaza preocuparse de las personas de su distrito (ya lo hizo también con Iberia y con el hospital de la Princesa. Es su forma de ver la política) no merece seguir en su puesto. Eso sí, le faltó tiempo para despedir a Juan Carlos I (¿no es de ámbito general?) o para apenarse públicamente (haciendo abuso de sus competencias) por el fallecimiento del chef Darío Barrio. Siempre ha habido clases.
Los trabajadores/as del Distrito de Salamanca no tenemos Concejal. Todavía.
* Juan Antonio Aguilera es vocal vecino de IU-LosVerdes en el distrito de Salamanca
Juan Carlos says:
Así es. A ver si le echamos para las próximas.