F. Mollá.- Este sábado 30 de agosto de 2014, cuando miles de madrileños se disponían a coger un vuelo para comenzar sus vacaciones y otros tantos regresaban a la capital, el Sistema Automático de Control de Tránsito Aéreo (SACTA) del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que coordina todos los radares de la zona centro, Norte y Noroeste del país, sufrió una avería que provocó retrasos durante dos horas.
El fallo afectó a numerosos vuelos de la zona Centro, Norte y Oeste de España (la zona Este se controla desde Barcelona y la Sur, desde Sevilla).
La caída del sistema ha obligado a paralizar los despegues de todas las zonas afectadas para evitar una mayor congestión en las pistas. En cambio, se han permitido los aterrizajes que, sin embargo, se han tenido que hacer sin cobertura de radar y espaciando los tiempos entre dichos aterrizajes, que han pasado de dos a cinco minutos entre avión y avión.