En Cercanías hasta el Puerto de Navacerrada y de ruta

Madrid,

L. Torres.- Coincidiendo con la llegada del invierno y el mayor interés de los madrileños en hacer excursiones y rutas de montaña, este sábado 3 de diciembre comienza la ampliación de frecuencias de la Línea C-9 de Cercanías Madrid, el único tren de Renfe de vía estrecha (excepto FEVE), que conecta los puertos de Cotos y Navacerrada con la estación de tren de Cercedilla.

Durante la temporada circularán en la C9 cinco trenes por sentido en días laborables y siete por sentido los fines de semana y festivos, excepto los días 25 de diciembre de 2016 y el 1 de enero de 2017.

La oferta comercial ‘2+1 niño’ (hasta los once años cumplidos) estará vigente todos los días, de lunes a viernes no festivos, para que un menor pueda viajar gratis por la compra de dos billetes de ida y regreso de adulto.

Durante la campaña es necesaria la reserva de billete de ida y vuelta en la C9 ante la gran demanda de viajeros y la limitación de plazas en este servicio.

Los viajeros que utilicen el abono transporte tendrán que confirmar también su plaza.

Ante la gran afluencia de viajeros prevista, entre el 17 de diciembre y el 8 de enero no estará permitido, para facilitar la movilidad de los viajeros, el transporte de bicis ni los viajes en grupo.

Excursiones y rutas

A comienzos del siglo XX unos aventureros abrieron un camino que ha sido utilizado por miles de excursionistas: la senda Schmidt.

El objetivo de las primeras sociedades montañeras, como Twenty Club (1907), que más tarde sería el Club Alpino Español y los “Doce Amigos” (1913), que con los años pasaría a ser la Sociedad de Alpinismo Peñalara, era dar a conocer el Sistema Central de la Península.

En aquella época llegar a Navacerrada desde Madrid era casi una aventura ya que el ferrocarril de montaña no se puso en funcionamiento casi hasta los años treinta.

Al austríaco Eduardo Schmidt, socio número 13 de la Real Sociedad Española de Alpinismo Peñalara, se debe el trazado de la ruta que lleva su nombre.

En 1926 Schmidt señalizó la senda que une el Puerto de Navacerrada con el Albergue de dicha Sociedad en el Valle de la Fuenfría. Se trata de una ruta clásica del montañismo por la sierra de Guadarrama que transcurre bajo los frondosos pinares de Valsaín, en la vertiente norte, y los de Cercedilla, en la sur, conformando una de las masas forestales mejor conservadas de pino silvestre del Sistema Central.

Hay que tener en cuenta que los medios técnicos de la época no permitían recorrer las cimas de Guadarrama con la actual seguridad y cualquier excursión montañera que hagamos hoy día, en aquella época tenía casi el carácter de gesta deportiva.

Vamos a partir desde la estación de Cercanías de Navacerrada para seguir por la ladera norte de Siete Picos a través de un hermoso bosque de pino silvestre.

No tendremos problemas de orientación ya que esta es una de las rutas mas seguidas por los excursionistas madrileños y segovianos. Una vez en el Puerto de la Fuenfría existen varias opciones para disfrutar del largo descenso a través del valle hasta Cercedilla desde donde regresaremos de nuevo a casa cómodamente instalados en el Cercanías.

La ruta parte desde el Puerto de Navacerrada, a espaldas de la popular Venta Arias. Una carretera asfaltada que sigue por la ladera norte del cerro del Telégrafo alcanza una explanada. Aquí veremos a la derecha un viejo albergue militar y a la izquierda la no menos antigua pista de saltos.

De frente se abre la senda Schmidt, señalizada desde hace décadas por marcas amarillas en los pinos. La ruta, a la sombra de un denso pinar, transcurre por la cara norte de los Siete Picos. Recorridos cuatro kilómetros tenemos la opción de subir al Collado Ventoso (izquierda) y descender desde allí hasta la calzada romana. La segunda alternativa es la de seguir los mismos pasos que condujeron a Schmidt hasta el puerto de la Fuenfría. Caminamos un par de kilómetros más y alcanzamos el Puerto por donde pasaba la conocidísima calzada romana de Cercedilla a Segovia.

Desde la Fuenfría podemos descender por la pista de La República, una antigua carretera cerrada al tráfico, o bien por la propia calzada romana, opción mas directa pero también más incómoda de seguir. En cualquiera de las opciones planteadas, la ruta ha de pasar por el Puente del Descalzo, singular testimonio de la arquitectura romana. Desde aquí hasta Cercedilla son cuatro kilómetros de carretera por el apacible valle de la Fuenfría, hay que tener precaución con el intenso tráfico de automóviles.

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