Metro malvende la herencia del abuelo

Madrid,

J. E. Villarino*.- Se trata del tercer acto de esta ópera bufa, de las muchas que afectan al Metro de Madrid. Primero , se deshizo mediante un ERE de una parte de la plantilla, luego malvendió trenes al suburbano de Buenos Aires, en una operación que le ha ocasionado importantes pérdidas, como ya hemos comentado en esta columna, y ahora toca malvender la herencia del abuelo, es decir, los suelos urbanos que tiene la Compañía Metropolitana repartidos por la ciudad en lo que fueron instalaciones y las cocheras de sus trenes.

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Foto: ZonaRetiro.com

Mala política empresarial es ésta, que necesita vender patrimonio para tapar las ineficacias y las ineficiencias de la gestión de la empresa. En cualquier manual de gestión empresarial del primer curso de cualquier escuela de economía o negocios se advierte a los alumnos de la necesidad de no confundir renta con patrimonio, como tampoco lo hace la Hacienda Pública en sus impuestos. La renta de una empresa o particular se refiere a los fondos generados por el desempeño de su actividad, mientras que el patrimonio se refiere a la riqueza acumulada a lo largo de un período de tiempo más o menos largo.

Se trata de tapar con dinero calentito, aunque proceda de ventas a saldo, las cuentas negativas del suburbano madrileño, entre las que destaca la deuda y su correspondiente carga anual de devolución del principal y los intereses correspondientes de tantas y tantas ampliaciones y la línea nueva del sur.

El Plan Inmobiliario del Suburbano

Como recoge la Comunidad de Madrid en la nota de prensa emitida con motivo del anuncio de la venta, “Metro de Madrid espera obtener ingresos estimados en 120 millones de euros a través de las cuatro grandes operaciones (que comprenden más de 95.000 metros cuadrados) incluidas en su en el Plan Inmobiliario del suburbano, que se prevé culminar a finales de 2017. Para ello, se ha suscrito un protocolo de colaboración con el Ayuntamiento de Madrid. Además, esta enajenación de propiedades supondrá el paisaje urbano de zonas como Cuatro Caminos, Plaza de Castilla, Ventas y Pacífico (donde se encuentran estos terrenos propiedad de Metro) con el desarrollo de viviendas, zonas comerciales, oficinas, equipamientos públicos y zonas verdes. Los ingresos que se obtengan se destinarán a mantener la calidad del servicio en el suburbano”.

Las cocheras de Plaza de Castilla

Como ya es sabido, Plaza de Castilla ha sido el primero de los espacios objeto de este plan en obtener la aprobación definitiva por parte del Ayuntamiento de Madrid para su reordenación. El depósito es propiedad de Metro de Madrid (70 por ciento) y de la Comunidad de Madrid (30%) y dispone de una superficie total de 18.000 metros cuadrados, que supone el 19 por ciento del total de los terrenos que se quieren enajenar.

Cocheras de Chamartín

En estas cocheras está prevista la construcción de tres edificios, dos propiedad de Metro y uno propiedad de la Comunidad. Se dedicarán a oficinas de logística del transporte y al uso de la Administración regional, lo que permitirá un ahorro a la Comunidad de Madrid en el alquiler de inmuebles para la prestación de sus servicios, al poder concentrar en este inmueble varias de sus oficinas. Los nuevos edificios que se construyan podrán albergar también usos comerciales y un parking, conforme a la nueva ordenación municipal. Con ello se obtendrán ingresos por la concesión del derecho de uso de sus propiedades y se estima que el desarrollo en este ámbito comenzará a construirse a finales de 2015, y la obra se prolongará durante dos años.

El depósito de Ventas y una nueva sede social 

En el caso del depósito de Ventas, que cuenta con más de 32.000 metros cuadrados de edificabilidad y más de 20.000 de superficie, se soterrarán las cocheras actuales para continuar dando servicio a la red suburbana. Aparte, se estima un aprovechamiento de los terrenos a través de un uso terciario comercial, por lo que ya está estudiando con el Ayuntamiento la posibilidad de desarrollar un centro comercial.

La implantación de usos comerciales en este ámbito, “no sólo será una fuente de empleo y riqueza en la región, sino que, además, supondría para Metro una mejor rentabilidad, que le permitirá afrontar la ejecución de las infraestructuras necesarias que se generan para la empresa como consecuencia del desarrollo del Plan Inmobiliario, como es el soterramiento de las infraestructuras y la creación de la nueva sede social en Canillejas”, indican desde Metro.

El área de Ventas contará asimismo con una zona verde de más de 6.000 metros cuadrados. Según los plazos orientativos, Metro prevé el inicio de las construcciones en este ámbito a finales de 2015 y terminará en 2017.

Cuatro Caminos y Cavanilles

Cuatro Caminos, por su parte, con más de 62.000 metros cuadrados de edificabilidad, se destinará fundamentalmente a uso residencial, incluyendo viviendas de protección pública, admitiendo también en menor proporción uso terciario, de administración pública, así como una nueva zona verde. El inicio de su construcción se prevé para 2016 y el final en 2018.

Similar transformación experimentará la zona de Granada-Cavanilles, en Pacífico y donde está actualmente la sede central de Metro, cuyos 31.000 metros cuadrados también se destinarán a uso residencial, terciario, equipamiento básico para los vecinos y zonas verdes. La actuación en esta última zona, la de Cavanilles, supondrá el traslado de la sede central a sus instalaciones en la zona de Canillejas, donde actualmente se encuentran los talleres centrales de la compañía y que, a partir de principios de 2018 albergará también la nueva sede social de la empresa.

Algo de pan para hoy, hambre para mañana

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MEMORIA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA 2012. METRO DE MADRID

Como se puede ver en la tabla anterior, los 120 millones que Metro espera recaudar por la venta de los suelos recogidos en su Plan Inmobiliario, ni siquiera suponen la cuarta parte de su deuda, que asciende a más de 500 millones de euros.

Como a menudo suele pasar, difícilmente se cumplen las expectativas de venta, por lo que la operación inmobiliaria será muy probablemente una mala operación para Metro y una buena operación para aquellos grupos inmobiliarios que se hagan con estos terrenos, todos ellos en zonas neurálgicas y centrales de la ciudad.

Lo malo que tienen estas ventas de patrimonio es que aunque supongan una entrada de caja en un año determinado que permite tapar vergüenzas de gestión y vicios estructurales, éstos no desaparecen por ello y para la próxima crisis ya no hay dinero, ni nada de que echar mano. Algo parecido a lo que les pasó en el film a los hermanos Marx en el Oeste, con aquello de: “madera, más maderaaaaa”, en que para que el tren siguiera marchando, se estaban cargando el propio tren.

* José Enrique Villarino es economista y consultor, especialista en Transporte, y miembro del Foro del Transporte y el Ferrocarril (FTF).

Comentarios

  • Andrés Urizar says:

    Metro necesita una nueva directiva a la orden de ya. La actual no sabe gestionar la empresa. La subidas de tarifas no cesan y el servicio es cada vez peor. Lo último, el descarrilamiento de la madrugada del lunes que la Comunidad está silenciando.

  • Yo hace muchos años que no utilizo el metro pero mi nieto siempre anda despotricando del tema. Cada vez pagan más y el servicio es cada vez peor, dice…

    Quizá alguien ha hecho estaciones por encima de sus posibilidades electorales…

  • Dulce C. says:

    Alfonso, quizá las estaciones vienen bien a quien vive por allí.
    Lo que te puedo asegurar es que hay cargos/consejeros muyyyy por encima de sus posibilidades. (Hay varios que proceden de El Escorial que son regalos por retirar un contencioso del ayto.por derecho a paso en el camino real, que cruza una finca de la familia Aguirre)

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