Los atascos fantasma en Madrid

Madrid,

J.E.Villarino*.- Hace dos semanas, en el artículo Por qué el tránsito de Madrid va a peor nos referíamos al problema de los atascos en la ciudad de Madrid y decíamos que, día tras día, llueva o no -peor cuando lo hace-, se producen atascos en la capital y, sobre todo, en sus accesos.

Esta semana pasada nuevamente constatamos que ha sido otra semana “completa” en cuanto a atascos de tránsito en nuestra capital. Un breve repaso por la prensa, así nos lo indica:

06-11-2012: Colapso en la A-2 por una incidencia. El tráfico de la región ha transcurrido con complicaciones debido a una incidencia en la A-2 que ha provocando importantes atascos en la zona del Corredor del Henares.

08-11-2012: Las lluvias dificultan el tráfico. El mal tiempo ha complicado el tráfico en toda la Comunidad que ha registrado circulación muy lenta tanto en las carreteras como en el interior. Los principales problemas han estado en las entradas y salidas a la la ciudad.

Pero hoy nos vamos a referir a los otros atascos: los que se producen en los puentes vacacionales, que de manera sistemática se repiten año tras año, así como de la forma de gestionar las operaciones de salida y de entrada a la ciudad.

Tema peliagudo, ya que muy poco se sabe de ello y si no, otro gallo nos hubiese cantado a la hora de ponerles coto.

En el vídeo que exponemos se explica en qué consiste el atasco real fantasma, visto desde la atalaya de una grúa pluma y, más tarde, mediante un simulación animada:

“El efecto en cuestión consiste en un atasco que se produce aunque no haya excesivo tráfico rodado en la misma vía -de ahí el apelativo de ‘fantasma’. Digamos que sería normal que hubiera atasco si dos autopistas confluyen en una sola y hay demasiados coches para su capacidad; en cambio a veces se observan atascos aunque haya suficiente espacio para todos los coches que circulan por ella.

Las observaciones de los expertos y las simulaciones indican que todo lo que hace falta es que un sólo coche circule demasiado cerca de otro y tenga que disminuir su velocidad pisando el freno. Eso produce un efecto en cadena en el resto de coches que les siguen, que han de reaccionar del mismo modo -llegando incluso a detenerse-.

Curiosamente, la forma en que se propaga el atasco hacia atrás es más lenta que la capacidad de reacción-recuperación de los coches que van delante. El efecto final es que aunque quien provocó el atasco puede seguir adelante sin problemas, puede que haya generado un atasco monumental detrás de su vehículo con sus acciones. ¡Ah, qué mundo más injusto el de las autopistas!”.

Efectivamente, lo anterior es así, pero para nuestra opinión sólo una parte, que explica una sola causa de los atascos carreteros. Una explicación más comprensiva, más general descansa, según nuestra opinión, más en procesos aleatorios, estocásticos, sujetos al azar, entendiendo por azar cosas muy dispares como: la ocupación del carril izquierdo por vehículos en circulación lenta, la contravención de la distancia de seguridad, velocidad, lenta, inadecuada, accidentalidad, adelantamientos inadecuados, etc.

Por otro lado también están los factores meteorológicos y por lo que respecta a las autoridades viales también existen sus responsabilidades: inadecuada señalización en algunas vías, malos diseños de las vías, así como de las intersecciones de las vías de incorporación, etc.

En cualquier caso, no todos los atascos son “atascos fantasma” y las cosas se agravan cuando las vías son incapaces de absorber las densidades de vehículos tan elevadas que se producen cuando una parte muy importante de la población se echa a la carretera, autovía o autopista para irse o regresar de disfrutar de unos días vacacionales, y es cuando los factores de riesgo citados anteriormente se activan, cosa que un día de volumen normal de tránsito no se producen.

Resumiendo, la ecuación puede ser la siguiente: aleatoriedad + muchos vehículos = atasco. Lo de la gestión, lo dejamos para otro día.

*José Enrique Villarino es economista y consultor, especialista en Transporte, y miembro del Foro del Transporte y el Ferrocarril (FTF).

Comentarios

  • Jose Antonio Plaza says:

    Bueno, realmente estocástico es el oleaje, no el tráfico, que se podría mas bien asimilar a la dinámica de fluidos (análogía que usamos profusamente los carreteros). Lo que usted está exponiendo es la teoría de colas, perfectamente estudiada y requeteestudiada desde hace mas de veinte años, incluyendo la propagación dela onda de frenado “aguas arriba” del suceso, lo que puede provocar retenciones y alcances. Pero básicamente el articulo me parece correcto; muchas veces el tráfico tiene un comportamiento algo errático e influenciado por factores exógenos como la climatología -está formado por personas, no lo olvidemos-, y puede producir fenómenos como los atascos fantasma. Lo que es imposible de solucionar son los atascos de salida/retorno de las vacaciones; ninguna sociedad es tan rica como para dimensionar sus infraestructuras para la hora punta del año cuando el 95% del tiempo estarían lejos de su capacidad máxima. Me temo que eso seguirá así para in eternum y no depende de las ideologías.

    • Muchas gracias por el comentario.

      Estamos de acuerdo que tanto la dinámica de fluidos, como la teoría de colas son algoritmos y metodologías aplicables al tránsito. Tal y como decimos en el último párrafo del post, la gestión de los atascos lo dejamos para otro día. Por ello, no hemos mencionado ambas metodologías ya que no hablabamos de eso. Todo nuestro post se refiere a las causas de los atascos, no a la gestión de los mismos. Y en las causas, a nuestro juicio, intervienen procesos de índole estocástica, sujetos al azar: meteoros, accidentes, coincidencia en horarios, el conductor lento, estrangulamientos por obras, etc. Desvelar la naturaleza y formación de los atascos, ayuda a su gestión posterior y la aplicación de las metodologías que cita, u otras.
      Saludos.

  • Hola a todos. Hay que diferenciar: no es lo mismo no ser perfecto que no estar informado. Los atascos se deben a una mala formación de los conductores, especialmente porque el movimiento colectivo tiene sus propias leyes físicas y, si nadie se las ha enseñado, es inevitable que se produzcan atascos.
    Es matemáticamente imposible no hacer atascos e intentar mantener sólo la distancia de seguridad con el vehículo que nos precede. Las orugas y determinado tipo de hormigas no hacen atascos. Las leyes del movimiento no entienden de tamaños.
    recomiendo buscar en youtube el término wavedriving. Muchas gracias.

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