La plataforma Audita Sanidad ha presentado este martes 18 de junio de 2019 una denuncia ante Anticorrupción por presuntos delitos de prevaricación, malversación, tráfico de influencias y fraude.
El motivo es que ha descubierto que en el año 2016, la Consejería de Sanidad asignó el 99,7% de las contrataciones a empresas amigas. Sólo el 0’3 salió a concurso.
El 99,7% fueron casualmente contratos que no superaban los 21.000 euros y que, por no superar dicha cuantía, no requieren de publicidad ni concurso y se pueden asignar a dedo.
En 2016 la Sanidad pública madrileña, en manos del Partido Popular, firmó 486.562 contratos, de los que sólo 1.443 pasaron por una licitación pública.
Los otros 485.119 (el 99,7%) fueron contratos menores, que no superan los 21.000 euros y que por ello no requieren de publicidad ni concurso. Así la Sanidad Pública madrileña decidió pagar 698 millones de euros a las empresas que quiso: a dedo.