Alfon: ejercicio de empatía

Madrid,

C. Muñoz*.- Me gustaría pedirte que practiques un sano ejercicio de empatía: el de ponerte en la piel de otra persona. Es más, voy a pedirte un esfuerzo doble. En primer lugar imagina que tienes 21 años, y que te llamas, por poner un ejemplo, Alfonso Fernández (tu apodo será “Alfon”).

Eres un chaval del barrio de Vallecas, aficionado del Rayo Vallecano como muchos otros. Pero además de lo que hace cualquier otro joven, dedicas tu tiempo a hablar de política, a tratar de debatir sobre los problemas de la sociedad, a ir a algunas manifestaciones en defensa de los servicios públicos o de una democracia más justa…

Ahora imaginemos que acaba de comenzar el 14 de noviembre y es de noche. Un miércoles un tanto distinto al resto, porque se ha convocado una jornada de huelga general, y tú crees que como ciudadano debes luchar por tus derechos. Sales de tu casa con tu novia, y te diriges a formar parte de uno de los miles de piquetes informativos en toda España. Junto al portal de tu casa, eres asaltado por la policía, que termina acusándote de crear alarma social.

Te detienen, y te retienen en prisión preventiva. No un día, sino que la situación se prolonga por más de mes y medio. Sin embargo, no cumples ninguno de los requisitos que justifique la prisión preventiva: que tengas un historial penitenciario violento, que pertenezcas a grupos islamistas, que seas una persona condenada por la Corte Penal Internacional, que hayas ayudado a organizar grupos terroristas o que hayas sido juzgado y condenado por un delito grave de los que crea alarma social.

Te han aplicado el régimen FIES 5, uno de los más restrictivos de la legislación penitenciaria. Tu régimen es distinto al del resto de los internos, porque no te permiten comunicarte libremente con tu familia, no puedes recibir cartas, no pueden darte libros, cada vez que entras o sales al patio te preguntan qué has hecho, te mantienen junto a presos mucho mayores con delitos graves (delitos de sangre entre otros), te amenazan con cambiarte de módulo o llevarte a un centro penitenciario fuera de la península…

No entiendes nada, y la tortura psicológica en la cárcel está siendo brutal. Resulta que no cumples ninguno de los requisitos establecidos en la instrucción 11/2012 para mantenerte en régimen FIES 5. Pero es que el juzgado ni siquiera ha dado a conocer un informe policial que justifique algo de lo que te está ocurriendo. La ansiedad puede hacer mella hasta en el más luchador. ¿Eres el cabeza de turco para criminalizar la lucha por una sociedad diferente? ¿Por qué tú?

El 20 de diciembre, diputados de Izquierda Plural y del grupo mixto remiten una carta al Ministerio del Interior lamentando las “medidas penitenciarias excepcionales” y reclamando tu libertad. Se suceden las manifestaciones, actos y concentraciones por todo el estado; se crea la ‘Plataforma por la libertad de Alfon‘ para exigir la libertad del único preso de la huelga general de 14N en Europa… Pero la maquinaria del estado te sigue manteniendo en las mismas condiciones represivas

De la noche a la mañana te has convertido en un preso político. Como en las películas; pero esto es real y te han dado el papel de malo. No saldrás en los grandes medios. Todo está perfectamente medido.

Y ahora pensemos en el otro personaje fundamental de esta historia. Imagina que eres el personaje secundario: la madre de Alfon. Te llamas Elena Ortega. Piensas que tu hijo “es una persona con conciencia y resistencia” y a pesar del dolor que te están haciendo al arrojarte a esta pesadilla, luchas con todas tus fuerzas, para que no caiga en el olvido la injusticia de quienes mueven los hilos sin preocuparse las vidas que se llevan por delante con tal de mantener su orden económico y social.

A tu hijo le quieren robar la libertad y la voz, pero no puedes dejar de sacar de tus entrañas lo que muchos grandes medios quieren silenciar: “Se está tratando de criminalizar a los jóvenes educados en unos valores e integrantes de la clase trabajadora que luchan por sus derechos”. Le ha tocado a tu hijo y a ti, su madre. Pero podrían haber sido cientos de miles de españoles. Vecinas solidarias son conscientes de esto, y en los barrios de Vallecas, Retiro, Moratalaz, etc. crean una plataforma de solidaridad: ‘Madres contra la represión‘.

Por increíble que parezca, son hechos reales. Aquí; a escasos metros de nuestras casas y en pleno siglo XXI. No es el guión de una película sobre el franquismo. Después de este ejercicio de empatía, uno no debería dejar de plantearse cientos y cientos de interrogantes. ¿Quién y por qué ha ideado esta detención política? ¿Hasta dónde pueden estirar la democracia sin que se rompa en mil pedazos? ¿Cuánto tiempo vamos a seguir sumisos los ciudadanos?

Alfon será puesto en libertad tarde o temprano. Pero todo el dolor que han generado en esa familia no se podrá borrar ya nunca de sus vidas. Esperemos que al menos los culpables no consigan su propósito real: callarnos a quienes no podemos permitir la permanencia del actual régimen. No nos callarán. #AlfonLibertad

* César Muñoz es Coordinador de IU Retiro y Miembro del Consejo Político Regional de Izquierda Unida de la Comunidad de Madrid.

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