La Universidad y otros problemas

Madrid,

J. A. Plaza*.- Sorprende leer la noticia que publicaba en pasados días nuestro periódico sobre el boicot del movimiento 15-M a la inauguración de la Feria del Libro, debido a la presencia en la misma del ministro Wert. Sorprende porque, se supone, a tenor de los gritos que ellos mismos proferían, que eran estudiantes (viendo la foto ya me gustaría saber qué estudia algunos de ellos) y por tanto amantes de la cultura; también sorprende que no hayan captado la hiperinflación existente en el mercado universitario madrileño: sólo tenemos 17 universidades en nuestra Comunidad.

La facultad de filología de la Universidad Complutense, amaneciendo - C. Viñas (Flickr)

Solamente en la Universidad Complutense de Madrid rozamos los 100.000 matriculados siendo el global en el país de 1.400.000 las personas que cursan estudios superiores, por lo que el ministerio ha estado dotando en los últimos tiempos partidas para becas de unos 1.200 millones de euros anuales. Igualmente la Comunidad aportará al sistema universitario madrileño otros 1.000 y pico millones de euros.

No hay que oponerse a que existan universidades: el capital humano es el bien más preciado de un país; precisamente el que estamos perdiendo en beneficio de Alemania, encantada de que le mandemos ingenieros y técnicos formados a costa del erario público español. Lo que parece procedente, por tanto, es ajustar la oferta universitaria -al menos para la pagada con dinero público- a la realidad de la demanda. En caso contrario, corremos el riesgo de encontrarnos con la paradoja de ver a licenciados superiores empleados como porteros mientras que existe una grave carencia en profesionales como soldadores o fontaneros (por cierto, ¿eso no está ocurriendo ya? Ergo es un problema real). Esperemos que el ministro ataque también pronto este problema.

Otro de los graves riesgos que estamos corriendo es infradotar presupuestariamente a las universidades existentes; si no incentivamos adecuadamente a nuestros docentes, no conseguiremos atraer a los mejores para que impartan enseñanza de la máxima calidad, con el consiguiente deterioro en la instrucción de las generaciones futuras. Así nos va y así nos va a ir en los informes PISA, justo al contrario de Finlandia donde sí se destina a los estudiantes destacados a la enseñanza.

Claro que, según publicaba un diario nacional hace un par de semanas, ninguno de los líderes estudiantiles que están a la cabeza de las manifestaciones contra las reformas del ministro de educación tiene un expediente académico especialmente brillante; el que no lleva 10 años estudiando -es un decir- Filosofía tiene antecedentes por desórdenes callejeros y los hay que incluso apoyan la opción política de Amaiur. Respetable, pero significativo.

¿Tenemos todos derecho a la educación universitaria? Por supuesto. Lo que no está nada claro es que haya de ser gratuita para aquellos estudiantes que no demuestren unas aptitudes suficientes. Al menos, como para que al país le compense invertir en su educación superior, por lo que el mal estudiante tendrá que asumir al menos parte de este coste.

Es lógico que a los rectores les duela el recorte en sus presupuestos, pero si tomamos una perspectiva global del problema, veremos que desde que se transfirieron las competencias en Educación, todas las comunidades autónomas han implementado grandes universidades con todas las disciplinas posibles en su territorio. Se ha elevado así la inversión en Educación a unos niveles hoy día difícilmente sostenibles y, como decíamos antes, principalmente en beneficio de Alemania y otros receptores de mano de obra cualificada, por lo que el retorno hacia nuestra sociedad es bajo, amén del problema que supone para los afectados el tener que asumir la emigración. Estratégicamente hablando, ¿no más lógico dimensionar el sistema para adaptarlo a las necesidades sociales y no al revés?

*Jose Antonio Plaza Rivero es vocal vecino ‘popular’ de la Junta Municipal de Salamanca y Jefe de Área en la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid.

 

Comentarios

  • Discúlpenme, pero comenzar un artículo que trata temas de tan alto calado como este, con una argumentación (no voy a utilizar ningún adjetivo para definirla) como esta:

    “a tenor de los gritos que ellos mismos proferían, que eran estudiantes (viendo la foto ya me gustaría saber qué estudia algunos de ellos) y por tanto amantes de la cultura;”

    deja claro que el resto del artículo está basado en la ideológia, los prejuicios y las ideas preconcebidas y no en el análisis, el razonamiento y la valoración reflexiva del tema a tratar.

    Lo siento, no he podido valorar el resto de sus palabras objetivamente, sólo imaginaba cómo saldría usted en la foto.

  • Platanito says:

    ¿Qué importa lo que estudiaran esos manifestantes? ¿Importa si estudian?

    En vez de incentivar el empleo y la formación de las PYMES (sin imponerles precios abusivos aunque no obtengan ni un euro de beneficio) para que todo ese capital humano pueda ejercer de lo que siempre ha querido ejercer AQUÍ EN ESPAÑA y no tener que irse a Alemania como un paria, en vez de ejercer como fontanero porque la demanda así lo exija (respeto máximo a este colectivo, solo lo utilizo como ejemplo), vamos a capar las universidades públicas, porque así, nuestros estudiantes tampoco tendrán la oportunidad de salir de España, porque algunos ni siquiera tendrán la oportunidad de estudiar.

    Miedo me dan las personas como usted,

  • Don Bernardino says:

    Señor Plaza, leer La Razón, La Gaceta, ABC y otros medios digitales del mismo tenor, provoca serias alteraciones del raciocinio. Pruebe a liberarse de lecturas tendenciosas y manipuladoras y tal vez sea capaz algún día de ver la realidad tal cual es, sin pasar por ningún prisma distorsionador.

  • Pero Sr. Plaza, ¿qué barbaridad nos intenta transmitir? ¿que el estudiante que lucha por sus derechos, que se rebela ante las injusticias, es un vago, un ignorante y un inculto? Pero qué tendrá que ver.. Por favor, un estudiante tan consciente de lo que está ocurriendo y del futuro que le espera indica justo lo contrario: responsable, culto, valiente y luchador. Toda mi admiración.

  • Me resultan graciosas las críticas gratuitas al artículo del Sr. Plaza basándose en los conceptos manidos y perniciosos de “manipulación”, “ideología” y “distorsión”. Tanto el Sr. Plaza como un servidor hemos sido universitarios en épocas diferentes, la última tan reciente como el pasado año, y les puedo decir que suscribo al 120% el artículo. Puedo aseverar que en el artículo no hay ni prejuicios ni distorsiones, simplemente plasma la penosa realidad de una universidad que se ha ido degradando a pasos agigantados a la par que se ha ido cargando de una perniciosa ideología; esa ideología que premia al que con el mínimo esfuerzo consigue una beca mientras se tumba en el cesped de la facultad a inflarse de calimocho (en el mejor de los casos) mientras que gente que se esfuerza al máximo tiene que ir mendigando para que le paguen (también en el mejor de los casos) 1000€ al mes para iniciar proyectos de investigación ¿esa es la universidad que se merece este país?…. a tenor de los señores rectores y de muchos otros, parece ser que sí. Al final nos pasará como en Cuba, universitarios con 3 carreras y 3 idiomas vendiendo lechugas en el mercado, pero eso sí muy orgullosos de su ideología y de su revolución…eso sí que da miedo.

  • María Pilar says:

    No sé si he leído el mismo artículo que ustedes. El Sr. Plaza no está hablando de “capar las universidades públicas” como indica Platanito, al contrario escribe “no hay que oponerse a que existan universidades (…) lo que parece procedente es ajustar la oferta universitaria a la realidad de la demanda”. Creo entender que va más por un aprovechamiento de los recursos. Es muy triste que después de estudiar una carrera y haber pagado más o menos por esa formación, uno salga al mercado laboral y lea en ofertas de trabajo “absténganse licenciados en tal promoción de tal universidad” ¿no será mejor realizar esa adaptación de la que se habla en el artículo y tener universidades rentables? (entendiendo por rentables no beneficio económico, si no que con una inversión adecuada incrementar el producto / conocimiento final).
    Pero claro en un país donde pensamos que somos alguien por tener un título universitario qué podemos esperar. Señores seamos serios, el honor y la dignidad de una persona no se adquiere con un título universitario si no por el honor y la dignidad de la propia persona.

  • sorayuca says:

    Discúlpenme pero el conocimiento, el saber, la cultura, la altura intelectual de una sociedad no puede medirse en términos de rentabilidad económica. Lo siento.

  • Platanito says:

    Déjense de recortes en educación y recórtense ustedes los sueldos, para empezar y predicar con el ejemplo.

    No sé en qué mundo viven ustedes, pero yo estoy en último año de carrera y las universidades están saturadas a más no poder, como para encima cerrar algunas.

    Otra cosa es cambiar el sistema educativo universitario para que sea más exigente, pero eso no lo pueden ustedes cambiar, porque la UE implantó hace unos años el “maravilloso” Plan Bolonia.

    Ocúpense de cerrar aeropuertos fantasma que nadie quiere ni utiliza, pero no toquen la educación más de lo que la están tocando ya, o muchos jóvenes se quedarán sin siquiera la posibilidad de salir de este agujero de corrupción.

  • Don Bernardino says:

    Para los escasos defensores de las ideas del señor Plaza: desde el momento en que en la quinta línea de su escrito ya enjuicia a los estudiantes por sus ‘pintas’, está de sobra seguir leyendo, este artículo no merece mejor destino que la papelera o destructora de documentos. Y si en la comunidad madrileña hay superinflación de universidades, que le pida explicaciones a sus queridos Gallardón y Aguirre, que han alentado tantísima universidad privada.

  • Juan Carlos says:

    También me ha decepcionado el Señor Plaza. Me queda el comentario en Facebook de un colega y que titula OJO A LA EDUCACIÓN:

    Con todo lo que suponen los recortes directos de financiación al sistema educativo -menos presupuesto, despido de profesores, aumento de tasas, mayores requisitos para las becas, incremento de alumnos por aula…- lo peor se está preparando. El Partido Popular diseña un cambio del sistema educativo del bachiller y el acceso a la universidad, tal como informa hoy El País.

    La modificación del temario del bachiller, la recuperación de la reválida y las pruebas de acceso a cada universidad van a ahondar en la visión de la estructura gobernante. Y esta no es otra que reinventar el clasismo. Fuera los obreros de la universidad.

    Según el ministro Wert, hay demasiados universitarios y se es muy laxo en permitir el acceso a la media de la población. La criba en estos aspectos implica que la (mínima) oportunidad que teníamos de acceder a puestos de responsabilidad se verá reducida. Los hijos de la clase media y alta, los que podrán pagarse masters y titulaciones, los que siempre tienen algún amigo de papá/mamá que les coloque, y los que al final ostentarán los mejores currícula -y por tanto tendrán “más méritos” para ascender en todos los sentidos- serán “los herederos”.

    Ya se ve en los organigramas de los gobiernos de derechas, que repiten apellidos conocidos desde generaciones. Son los jueces, secretarios de estado, directores generales, consejeros delegados, catedráticos, académicos… Los responsables de perpetuar el sistema. Su mejor inversión para el futuro.
    El ministro ya ha declarado, sin ningún tapujo, que en España puede estudiar cualquiera.

  • Piensa el ladrón que todos son de su condición. Lo digo a tenor de los comentarios de Don Bernardino que acusa al Sr. Plaza de serias alteraciones del raciocinio por sus lecturas tendenciosas y manipuladoras cuyo origen son, según él, determinados periódicos. Seguro que la prensa que lee Don Bernardino (fácil de adivinar cuál es) es entonces la causante de sus desatinados comentarios sectarios y basados en prejuicios cuyo tufo se huele a kilómetros de distancia. Y por eso piensa que el Sr. Plaza está igual de condicionado que él por la prensa que lee.Es más; estoy seguro que se declara “firme defensor” de la libertad de expresión y sin embargo dice que el artículo del Sr. Plaza “no merece mejor destino que la papelera o destructora de documentos” (sic). Lo dicho sectarismo en estado puro, como también lo demuestra la referencia que según él hace el Sr. Plaza a la “pinta” de los estudiantes. Yo más bien creo que no es a la pinta, sino al hecho de que algunos no parecen estudiantes sino “profesionales” del alboroto, con el que, entre otras cosas, quieren encubrir su nefasto expediente académico (los que sí son estudiantes) y justificarse con la excusa de que la culpa siempre es de los otros (ellos nunca son responsables de nada y mucho menos de su fracaso universitario, sólo reclaman derechos). Y seguro que también había entre estos “profesionales” del jaleo los habituales antisistema, que aunque no son estudiantes sí se apuntan a cualquier “bombardeo” con tal de armarla.
    Para no alargarme suscrito, palabra por palabra, los sensatos y “no sectarios” comentarios de FBernal y María Pilar (ya ve Don Bernardino, soy otro más de los “escasos”, según Usted, seguidores del Sr. Plaza), pero ¿Desde cuándo calidad es peor que cantidad? No me haga repetir lo de que aunque a un millón de moscas les guste la m…… no por eso van a tener razón.

  • Totalmente de acuerdo con el fondo y la forma del artículo. La Universidad PÚBLICA, para que aporte al conjunto de la sociedad lo que se espera de ella, debe ser ELITISTA. Solo deben acceder a ella los que demuestren capacidades superiores a la media, y aprovechen los recursos públicos que los contribuyentes destinamos a su formación.
    Lo mismo es aplicable a los profesores e investigadores. No pueden ser funcionarios con el cargo garantizado de por vida. Deben ser los mejores en sus respectivos campos, para ser auténticos maestros de los estudiantes.
    Si los´”papás” quieren que su hijo estudie aunque no tenga capacidad para ello, que lo paguen de su bolsillo, pero que no lo tenga que pagar yo con mis impuestos. Para los alumnos brillantes, todas las facilidades y coste cero.

  • "La Leyenda" says:

    Creo que el fascismo y el totalitarismo (de derechas o de izquierdas) se define por “imponer” las ideas sin más justificación y criminalizar al que no las comparte. Por eso a mí todos los comentarios sobre ideología como los de Sorayuca, Don bernardino y demás similares, no sigo leyéndolos. A mí lo políticamente incorrecto me da igual si es la verdad.
    La verdad es que en España ahora mismo sobran titulados universitarios a patadas. Y no lo digo yo, lo dice la EPA y la TGSS en sus datos sobre desempleo. Y que otros muchos están, como dice el Sr. Plaza, infraempleados. Entonces ¿qué retorno supone para lo Público esa situación? Eso sin entrar a valorar el descenso dramático de la calidad de muchas titulaciones, la obsolescencia, la arbitrariedad en becas, etc,etc.
    Yo no valoro (aunque comparto) las indicaciones sobre los “líderes estudiantiles”. Pero los datos son los datos, y hay que analizarlos. Hay que imponer el mérito como el objetivo y no el igualar a la fuerza y en la línea mínima. Si no se sirve para estudiar, pues a otra cosa. Igual resulta que es un Escultor magnífico, o músico o encofrador, vaya usted a saber….

  • Bruno Márquez says:

    En este país lo que ocurre es que desde hace años y amparados en la bonanza económica, la izquierda ha alentado el “café para todos” en muchos ámbitos: universidad, inmigración, sanidad… y la vaca no da para más. Ni era necesario traer a 200.000 inmigrantes anuales para la construcción con el paro que hay en Extremadura, ni se pueden dar tratamientos millonarios a señores que se acaban de bajar de la patera o del avión, ni podemos formar a 20.000 psicólogos al año por que el mercado no los absorbe. Esto es mas o menos lo que he entendido y lo que imagino quería decir el Sr. Plaza, no lo que discuten algunos señores que han comentado este articulo antes que yo. Es mas, estoy muy de acuerdo en que al final se hacen pasar por estudiantes gente que no lo es y que lo que hace es meterse en la masa y montarla. Y si no, miren los incidentes de los estudiantes en Barcelona arrasando tiendas cajeros y contenedores. Y efectivamente, yo estudié la carrera con compañeros que si se hubiesen dedicado a una profesion todos habríamos ganado, incluyendo ellos mismos, porque alguno ni acabó los estudios.

    • Platanito says:

      Los tres últimos comentarios, escritos por la misma persona xDDDDDD ¿Tres comentarios seguidos a la misma hora después de casi una semana del post? Sospechoso.

  • ¿Acaso ninguno de los que han saltado a la yugular del Sr. Plaza se ha planteado por qué con el número de universidades que tenemos en España y el volumen de estudiantes universitarios nuestro país no está a la cabeza del desarrollo industrial, la innovación y la creación científica y cultural (no, el cine español subvencionado no cuenta ni tampoco es puntero).

    Aunque fuera por un mero cálculo probabilístico, con el número de alumnos y alumni ya deberíamos tener algún premio nóbel en alguna de las disciplinas científicas, ¿no creen? Y, sin embargo, la sequía es absoluta. ¿De qué ha servido la ingente cantidad de dinero dedicada a levantar esos mausoléos del conocimiento en cada provincia?

    Se lo diré yo, de guardería para jóvenes entre 18 y 30 años, que les ha venido fenomenal a los políticos para esconder unos cuantos miles de jóvenes de las estadísticas del paro. Para eso y para inaugurar gentilmente hasta el más accesorio aulario de facultad de provincias.

    Porque como bien da a entender el Sr. Plaza, en educación no es cuestión de cantidad sino de calidad. Y esta, cualquiera que haya pasado por las aulas recientemente, con contadas y meritorias excepciones, se habrá dado cuenta que brilla por su ausencia.

    Les diré una cosa, un servidor estudió ingeniería en una escuela de provincias en la que entrábamos cada promoción 75 alumnos. Cuando yo empecé era la quinta o sexta promoción y hasta entonces era la única escuela de mi comunidad autónoma. En esos cinco áños, mi escuela había ganado el prestigio en el sector y había atraido los mejores profesores de toda España. Cuando terminé cinco años después, entraban 500 alumnos por promoción y existían tres o cuatro escuelas de ingeniería en la misma comunidad autónoma. Se quedaban de profesores aquellos que no querían salir, no ya del país, si no de la ciudad…

    Esa es la universidad que hemos creado. Por cierto, a los que han criticado con saña al Sr. Plaza, ¿por qué creen que las empresas punteras del mundo, las mejores consultoras internacionales y los bancos de inversión van a contratar a las universidades privadas y no a las públicas? ¿Creen de verdad que a estas empresas les importan los apellidos de sus trabajadores o el dinero de sus padres? ¿No será que les interesa el nivel de formación, la capacidad de trabajo, la cultura de esfuerzo y el espíritu de superación de sus alumnos, que se han enfrentado año tras años a niveles de exigencia muy superiores y siempre con la espada de damocles de tener que dejar el centro si no estaban a la altura?

    A la progresía patria quizás le parezca una aberración la exigencia de esfuerzo (y quizás por eso estamos como estamos, con la juventud acostumbrada a lo fácil, a pasar de curso sin aprobar y a pasarse 10 años estudiando una licenciatura), pero eso es lo que hace progresar a una sociedad. Eso y no la capacidad de expoliar a otros para vivir a su costa.

  • El tema universitario no debería ser un lastre si antes del ciclo superior de bachiller se detectara a aquellos estudiantes con capacidad para estudar, bien en universidad o en formación profesional, como ocurre en otros países de nuestro entorno. Nos hemos vuelto locos haciendo universidades públicas por doquier y ni siquiera están entre las 150 primeras del mundo. algo falla, sinembargo, tenemos más que cualquier otro país europeo, por número de habitantes. Curiosamente no hacen las prácticas necesarias , como trabajar durante tres o cuatro meses en una empresa, cada año de período unversitario. Quizás algunos dirán que es una barbaridad lo que expongo, pero esto ocurre en toda europa y salvo la universidad politécnica, medicina, farmacia y alguna que otra más, estamos a años luz de nuestros vecinos.
    En el comentario aludes a subir el salario a los docentes; osea, ¿si ganan más
    impartirán mejor la docencia?, me parece vergonzoso, tenía la idea que era vocacional.
    Menos demagogia y más actuar si queremos ser un pais próspero con personas cualificadas para afrontar un futuro mejor.

  • brotes rojos says:

    Mientras haya tantas voces a favor del “gratis total” de “el estado tiene que pagarme todo” y “la sopa boba hasta que me muera” nunca saldremos de la crisis. Alemania puede pagarse universitarios y nosotros no, da que pensar.

  • carlos_mgl says:

    Lo cierto es que estos temas es lógico que generen controversia, pero por más que unos y otros queramos tirar la opinión hacia nuestro lado, a nadie se le escapa que para tener ciertas cosas hay que poder pagarlas. Arabia Saudí podrá permitirse cosas que nosotros no podemos porque tienen petróleo, y punto.
    ¿Podemos permitirnos no pagar impuestos? ¿Tener clases con 20 alumnos (y aún así un grado de excelencia paupérrimo)? ¿Sanidad gratuita e inmediata? La respuesta es, desgraciadamente, no. Y si no lo comprendemos y caemos en la demagogia barata en que caen muchas personas a la hora de hablar de este tema, nos equivocaremos y lo que es más grave, no interiorizaremos el problema y consecuentemente no buscaremos una solución al mismo, sino a los síntomas.
    Una pena.

  • Me parece un artíuclo lleno de sentido común.
    No se si, como se dice por ahí, a la cultura se deben aplicar principios de rentabilidad o no, pero lo que si es cierto es que debe ser parte del análisis multicriterio que se debe aplicar a cualquier decisión porque, en caso contrario, estamos abocados a la quiebra del Pais.

  • Que los estudiantes universitarios sólo tengan que pagar (sus papás) el 15 % de lo que cuestan sus estudios es ciertamente injusto. Sobre todo si: no estudian ( y se convierten en repetidores,tripitidores, y así hasta que les salen canas), el 85 % se financian con mis impuestos, y si la sociedad que les financia finalmente no puede recuperar la inversión que realizó en ellos para servir a los demás, entre ellos los que verdaderamente necesitan de atención social, por: haber generado un parado que no produce y consume recursos ajenos, o por que se dedique a una profesión de nivel muy inferior al que se preparó. No es cuestión de apellidos, es cuestión de economía.

  • Jose Antonio Plaza says:

    Pues francamente, Sra. Sorayuca, en la foto quedaría mal, seguro que peor que usted, ya ve usted por la del blog que no soy precisamente un Bradomín. Ahora bien, lo que sí le digo es que tras carrera superior, masters, oposicion y doctorado, me dará usted clases de otra cosa, pero de estudiar o de Universidad, No!. Y lo que pretendía transmitir era que junto con el genuino estudiante que legítimamente protesta porque cree menoscabados sus derechos, se esconden en ocasiones agitadores y revolucionarios de la peor especie. No es plan de hacer maniqueismo barato, ni de abrir un debate sobre si el hábito hace al monje, bla bla bla, pero estoy perfectamente seguro de que el que haya querido entender, lo habrá hecho. y el que prefiera legitimar a los anti sistema-o-lo-que-se-ponga-por-delante, que lo haga sin tapujos,éste es un pais libre. Por cierto, tan libre que puede uno leer el diario que le dé la gana, o hay que leer obligatoriamente alguno? Sr. Bernardino, me temo que anda usted tan errado en sus planteamientos como en la percepción de mi pobre capacidad intelectual; no he leido la Razón jamás (por sectaria) y el Mundo menos (por filoamarillista), sino el País (por informado) pero parece ser que cree el talibón que todos son de su condición -¿porque será que Bernardino rima con Jacobino?-. Sr. Garcia Dueñas, la decepción es un sentimiento muy humano, use de él como le pluga; decepcionar segun a quién en la vida puede ser hasta un mérito que le aplica maravillosamente, si me permite señalárselo.
    En serio, el articulo solo pretende señalar que frente a la falta de profesiones cualificadas en España existe un exceso de oferta en titulos universitarios pagados con dinero público (con el privado que cada uno haga lo que quiera) que no producen eficiencia en nuestra sociedad y si frustaciones en forma de emigraciones. ¿no sería mas lógico adaptar oferta y demanda y no producir miles de titulados sin opción de trabajo? Lo que ya realmente me deja anonadado es el desprecio que hacen algunas personas con ideologia supuestamente de izquierdas de las profesiones no universitarias ¿acaso no es igual de digno un fontanero que un ingeniero? ¿No se esconde un cierto tufo clasista tras las palabras de algun comentario? Vivir para ver…

  • Jose Antonio Plaza says:

    Al menos si colijo que algunas personas tienen pareceres similares al mío o bien disienten con sano espíritu crítico. A todos ellos, gracias por dejar su comentario y por este sano debate!

  • Jose Antonio Plaza says:

    Por cierto, me habia saltado la réplica al comentario del Sr Platanito -espero que no se una onomatopeya- desconozco si los comentarios anteriores los ha escrito la misma persona, pero si así ha sido, estoy honrado de que Eric Clapton (alias manos lentas por su velocidad con la guitarra) se haya fijado en zona retiro: si conoce a alguien capaz de teclear todo eso en 1 minuto, le invito a unas cañas. Claro, que con tal de descalificar…a veces maliciamos hasta lo inmaliciable.

  • Sr. Plaza, ¡Vaya polémica se ha creado! Me gustan estos artículos; hay que mojarse… La universidad española es un auténtico desastre, con y sin presupuesto. No puede ser que España tenga uno de los índices de licenciados, ingenieros y diplomados más altos de Europa, porque NO LOS NECESITA (a las pruebas me remito). También es verdad que a día de hoy no hay alternativa: la llamada antaño “formación profesional” ha desaparecido y padres e hijos pensamos que es mejor una carrera que nada. Nos equivocamos.
    En mi opinión, hay que crear una formación profesional no universitaria real y limitar el acceso a la universidad por “números clausus” a las mejores notas. Basta ya de demagogia de muchos de los ofendidos por el artículo; ni ricos ni pobres: LOS MEJORES sean ricos o pobres. Si no tienen medios, con beca y si los tienen, que paguen, pero sólo los mejores estudiantes deben ir a la universidad, porque dado que la pagamos todos, yo quiero que mi dinero ayude a los realmente brillantes.
    Y en tiempos de crisis, como he comentado otras veces aquí, los recortes deben aplicar a todo, incluida la sanidad y la educación, porque señores, el dinero no llega para todo. Realmente no llega para casi nada…

  • Estoy a favor del artículo. Más bien lo considero realista, sobretodo, tras pasar por la universidad y tener en cuenta la situación actual.

  • Francisco says:

    En relación con el articulo sobre la universidad y sus problemas debo señalar que estoy de acuerdo con buena parte de las afirmaciones que en el mismo se contienen. No entiendo porque de forma tan maniquea se ataca el contenido del mismo, cuando lo único que esta trasladando es la idea de que la masificación de las universidades no es buena en absoluto. Pero lejos de entrar en el verdadero debate que se debia establecer sobre la educación que queremos para nuestros jovenes, se ataca sin más la exposición de unas ideas y se descalifica a alguien porque piense de una forma distinta a la nuestra.Hay una serie de obviedades recogidas en el articulo del Sr. Plaza que no admiten discusión: 1) la Universidad esta masificada; 2) la Universidad actual es una fabrica de parados; 3) la formación que se imparte en nuestras escuelas y en nuestras Universidades deja mucho que desear lo que implica que seamos poco competitivos; 4) los escasos recursos económicos disponibles actualmente deben utilizarse de la mejor forma posible. Todo ello nos debe llevar a pensar que debemos favorecer y potenciar una enseñanza de calidad y para ello hay que discriminar. Hay que discriminar a traves del nivel de exigencia tanto por lo que se refiere a los alumnos como a los profesores. Hay que seleccionar a los mejores. Decir que ya estamos en lo de siempre de favorecer a las clases medias y altas es no entender nada, lo que esta diciendo el Sr. Plaza y otros muchos como el, es que debe hacerse lo mismo que se esta haciendo en aquellos paises que destacan en el mundo en el tema educativo, como por ejemplo Finlandia, es decir, primar la excelencia, provengan las personas del nivel social del que provengan. No todos tenemos las mismas capacidades y en España tenemos titulitis, todos tenemos que ser titulados y de esa forma solo se consiguen titulados mediocres. Que sean titulados de cada especialidad los que mejores capacidades tengan para el desarrollo de las mismas y potenciemos la formación profesional dotandola del prestigio necesario para que las personas que no esten capacitados para la obtención de un titulo universitario, puedan desarrolar una carrera profesional tan digna o más que si se obtiene un titulo universitario de baja exigencia y se desarrolla un trabajo acorde con ese mediocre titulo.

  • Sorprendente: el Sr. Bernardino acuso de totalitarismo al escritor del artículo, simplemente porque NO PIENSA COMO EL… En mi tierra, y en todas las del mundo mundial, a eso se le llama FASCISTA.. es decir: intolerancia, falta de respeto, imposición de idelogías al contrario a la fuerza, y si no puede, desprestigio del contrario mediante insultos, insinuaciones y/o mentiras…
    Con lo que ha escrito el Sr. Bernardino y Sorayuca ellos mismos se están calificando..

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