La solución a la falta de agua de Madrid pasa por la privatizatización parcial del Canal de Isabel II

Madrid,

J. A. Plaza*.- Alguna vez hemos entonado ya en este blog el manido soniquete de “que llueva que llueva, la virgen de la cueva, etc etc” con un marcado carácter invocatorio del líquido elemento, tan necesario para nuestra tierra y para nosotros mismos. Pero este verano, con unas temperaturas de órdago al alza, digo a la grande; con los embalses al 58% (un 20% menos que en las mismas fechas del año anterior) y por debajo de la media de agua en reserva de los últimos diez años, va a tener que salir en procesión hasta el último de los ateos madrileños para conseguir enderezar esta situación.

El pantano de San Juan, al oeste de Madrid – Olga Berrios (Flickr)

Bromas aparte, la situación es poco amistosa. Si bien es cierto que se ha avanzado en el reciclado y la depuración del agua residual, no es menos cierto que se sigue perdiendo entre el 10 y el 15% (según la fuente) del suministro en fugas de la red. Siendo un dato poco halagüeño, hay que reseñar que en Galicia por ejemplo se pierde cerca del 40% por el deficiente estado de las tuberías, según el informe presentado este mes de julio por el INE correspondiente al año pasado. ¡Qué barbaridad! pensará alguno. Y tiene razón.

Tampoco es menos cierto que el consumo de agua en Madrid se ha disparado, en parte por el fuerte aumento de la población y en parte también por los nuevos usos sociales, sobre todo el desplazamiento hacia la vivienda unifamiliar tipo chalet donde los consumos son mucho mayores. Por otro lado, el consumo de la nuestra Comunidad no puede ser suministrado únicamente con los recursos propios de nuestro territorio. Parte del agua que consumimos ha de ser traída de otras comunidades limítrofes, como el caso del agua del río Sorbe. Y eso que ya estamos consumiendo a un ritmo demasiado elevado los recursos de nuestros acuiferos: aproximadamente 150 hm3 (a lo que hay que sumar las extracciones ilegales, otros 50 hm3 de los 600 hm3 que consumimos proceden del subsuelo).

Es decir, que con los recursos potenciales del territorio bien aprovechados, los acuíferos bajo estrés y la red con pérdidas, ¿qué se puede hacer? Pues o bien aumentamos el suministro de alguna forma o bien reducimos las pérdidas a la vez que ganamos eficiencia en el uso del agua. Explicándonos: para aumentar el suministro habría que construir un par de embalses nuevos (los 15 del canal ahora mismo tienen una capacidad de 100 hm3 pero no se puede aprovechar al 100% por causas técnicas). Pero al estar el territorio madrileño tan densamente poblado, sería complicadísimo encontrar acomodo a tan magna empresa. ¡Eliminemos el resguardo contra las avenidas!, he leído en un informe de los Ecologistas en Acción. Pues, como ingeniero, no se lo recomiendo, dado que si hay una avenida ¿qué ocurriría? ¿Tous2? No. Lo que probablemente habrá que hacer es poner los embalses en Castilla León o en Castilla-La Mancha. Por otro lado, construir más depuradoras permitiría utilizar agua reciclada para usos no consuntivos, como el baldeo de las calles. La reparación y adecuación de la red disminuirá las pérdidas. Todo miel sobre hojuelas.

Pero llegados a este punto el lector avezado ya se habrá hecho la pregunta del millón. ¿Quién va a pagar esto? No me vale que me contesten que el excedente presupuestario del Canal. Si el Canal de verdad ganase dinero, ¿por qué no nos baja la factura en vez de construir teatros? Y entonces, ¿por qué tiene una deuda acumulada de 1.000 millones de euros? La única manera de captar capital que pague tan necesarias infraestructuras, a mi modo de ver, es privatizar un porcentaje del Canal de Isabel II, aunque manteniendo el control público como ha prometido la presidenta Aguirre. Fórmula que se usa en Cataluña por ejemplo (AGBAR) y no se oye ningún escándalo al respecto. Como todo bien, el agua tiene un precio, y este mismo precio puede ser también un buen regulador del consumo (si a alguien esta frase le parece un escándalo, les diré que no es mía, sino que está sacada del informe de la UGT sobre el agua en nuestra Comunidad).

Dejando de lado apócrifos referéndums sin ningún tipo de imparcialidad ni control y de contabilidades más que dudosas (lean “agua, matemática y teatro” en www.alapiz.net). Hay una verdad incontrovertible en todo este tema: los madrileños queremos agua, necesitamos agua, sea pagada con dinero público o privado. Aunque sea traída a base de rezos.

*Jose Antonio Plaza Rivero es vocal vecino de Obras Públicas de la Junta Municipal de Salamanca y Jefe de Área en la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid.

 

Comentarios

  • G. Bravo says:

    Fíjate José Antonio que yo creo que priorizando el gasto público en cosas como el Agua y el Transporte y utilizando bien ese dinero no haría falta privatizar nada.

    Si hay hogares que se ‘exceden’ en su uso, también podría cobrarse el agua por tramos, de cara a que los que más gastan paguen más, pero más incluso que los que gasta poco, en proporción… Los españoles funcionan muy bien con el dinero, y si les atacas el bolsillo estoy seguro de que cerrarían el grifo.

    Y con el transporte, sobre el que también planea una privatización… pues bastaría con no hacer paradas de Metro donde no vive nadie (se entiende la expresión), y quién dice Metro, dice Cercanías o dice AVEs… Así seguro que seguirían siendo rentables…

    O igual, en vez de dejarnos los fondos públicos en intentar traer los juegos olímpicos (¿Cuántos millones de euros hemos gastado ya en eso?) podríamos haber hecho algún pantano que otro o haber invertido en optimizar nuestro abastecimiento.

    La cosa está en priorizar los gastos de todos en las necesidades de todos, y hacerlo bien. Pero bien de verdad. Cuándo éramos ricos se podrían haber hecho tan bien las cosas… que ahora da pena. Y esto de los pantanos lo vio hasta el caudillo, cuando no éramos ricos; así que fíjese…

  • Tb. me pregunté en su día, cómo es que si la empresa da superavit para hacer teatros y campo de golf privado no se invierte más en evitar pérdidas.

  • Juan Carlos says:

    A mi me sorprende que el Canal, que se ha llamado la “joya de la corona” porque era una excelente fuente de ingresos para el estado. De pronto se encuentre en pérdidas.

    Me gustaría ver que tienen que ver en esto las empresas creadas en y para que el Canal trabajase en Sudamérica y quién se lo ha llevado ya.

    No deja de ser perverso que modo en que se obliga a los ayuntamientos a privatizar. Primero se les prohíbe tener unas ciertas pérdidas (no recuerdo si el 10 %) y luego se les obliga a eliminarlas o a privatizar. Qué vergüenza. Ya habéis conseguido que todas las fuentes de ingresos del estado estén en manos de los mafiosos de siempre.

    Y por supuesto, las piscinas privadas, los chalets, los campos de golf, no tienen nada que ver con el asunto y por supuesto, como dicen arriba, hablar de tramos sería impensable.Que se jodan.

  • marderetiro says:

    Sí está muy bien privatizar una empresa que da beneficios y está bien gestionada. ¿o es que no está bien gestionada? ¡pues que se gestione bien¡ Ese es el gran problema de esta pais, los polticos han tirado (en algunos casos han robado) el dinero de los ciudadanos y no han gestionado bien los recursos, y el Canal es una excepción. Gracias a los profesionales que hay dentro.
    Hay que dejarse de mentiras que a base de repetirlas quieren hacer creer que son verdad. La gestión privada necesriamente no siempre es buena, en el Reino Unido se destrozó la red ferroviaria (accidentes, retrasos,……) En España el AVe y la cercanías funcionan de maravila, ya veremos cuando se privatice. ¿que ha pasado con las radiales de Madrid? ¿y con la M-45? tan bien gestionadas que ahora hay que darle dinero público.
    En definitiva lo público funciona mejor que lo privado, y allí donde no funcione bien no es culpa de los ciudadanos, ni de los propios funcionarios, es culpa de los politicos. ESTA CLARO ¿VERDAD?

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