Vivir sin empresas

Madrid,

J. A. Plaza*.- ¿Podemos vivir sin políticos? ¿Podemos vivir sin creadores de riqueza? Pues miren ustedes, no tengo muy clara la respuesta a la primera pregunta por razones históricas y de idiosincrasia del ser humano. Pero sí tengo muy clara la segunda contestación: no, no podemos vivir sin los creadores de riqueza, los empresarios.

Ojo, cuando hablamos de empresarios nos referimos a personas que asumen un riesgo personal, no a emprendedores que tienen el mérito de haber tenido una idea pero no financian su ejecución.

Afortunadamente existen muchos empresarios en Madrid. Y eso que ser empresario no está bien visto socialmente; de forma habitual nos hemos acostumbrado a que se identifique empresa y explotación, empresario y depredador. Sin embargo, sin empresas no habría empleo y no se crearía riqueza ni valor añadido, no habría sueldos que repartir y no crecería la economía de un país. Ésta es una de las falacias que pensamos muchos habitualmente al hablar de economía: que la riqueza está tasada y de lo que hay que hablar es de cómo repartirla: si eres rico, te interesará un sistema impositivo que grave las rentas del trabajo y permita inversiones libres de impuestos. Por el contrario, si usted aspira a mejorar su situación económica en la vida, preferirá impuestos con un tipo marginal menor sobre los ingresos por trabajo por cuenta ajena y rendimientos de capital.

Pero esta discusión es secundaria respecto a la verdaderamente esencial: cómo aumentar la riqueza de toda la sociedad en conjunto. Y esto se consigue a través de políticas que incentiven y simplifiquen la creación de empresas, máxime en estos tiempos de destrucción masiva de empleo. Así, la presidenta regional anunció hace poco que la Comunidad continuará eliminando trabas administrativas para la creación de empresas, así como diversas medidas de apoyo a los trabajadores autónomos, una opción a tener en cuenta si estás desempleado.

De hecho, la estadística demuestra que alrededor del 5% de autoempleados acaban transformándose en empresa, lo que hace interesante para cualquier gobierno el apoyarlos. Así, se acaba de lanzar en Madrid la ley de dinamización del sector minorista, que busca que se puedan poner en marcha negocios de forma inmediata, sin esperar la resolución de los preceptivos y tediosos trámites burocráticos.

Y es que no están los tiempos para bromas. El pasado mes se disolvieron en nuestro país 3.000 empresas, un 8% más que en el mismo mes de 2011. Y prácticamente todas las regiones españolas sufrieron descensos en el número de cotizantes en el RETA, el régimen especial de autónomos. Se destruyeron, eso sí, menos empleos por cuenta propia que los años anteriores, pero un descenso del 0,8% de la masa cotizante no es una buena noticia. Aún así, fue Madrid la que menos pérdidas sufrió en este tipo de empleos, el 0,3% (unas 1.100 personas, por cierto casi todas varones). Es fundamental contar con nuestros autónomos ya que además de la potencialidad como empresa, representan lo que se ha dado en llamar la economía real de nuestra Comunidad: los sueldos que van directos al puchero, para entendernos.

En el lado positivo, en enero se crearon casi 8.000 empresas en España, un 11,6 % más que en el mismo mes de 2011, de ellas casi la mitad dedicadas a la construcción y el comercio, el 99% de ellas sociedades limitadas. Pues bien, Madrid fue una vez más líder en este campo. Fue la Comunidad Autónoma donde más empresas se crearon, 1.670, por delante de Cataluña y Andalucía.

Cuando estamos luchando por pasar al cuarto estado de la riqueza, la I+D+I, en medio de esta noche tormentosa de crisis, es más necesario que nunca el apoyo institucional; la adopción de políticas anticíclicas que permitan romper el círculo vicioso de la destrucción de empleo y el drenaje de recursos de la Administración para paliar este hecho. Y cuando hablamos de apoyos nos referimos principalmente al hecho crediticio. Como cuenta Pablo Zurita en su libro ‘Ser Empresario’, la media de negocios fallidos hasta que se logra el éxito es de 3,75. En Estados Unidos, haber fracasado un par de veces como empresario es un aval de que vas a hacerlo mejor en tu próximo intento. En España, es una garantía de que la banca comercial examinará con lupa tu proyecto (siendo amable). Resumiendo: que la prosperidad de una sociedad no la crean los políticos ni los funcionarios -lo es el que les habla- sino unas cuantas personas que ponen en riesgo tranquilidad y hacienda para poder crear lo que se viene llamando el tejido empresarial, del cual al final nos nutrimos todos. ¡Apoyémosles!

*Jose Antonio Plaza Rivero es vocal vecino de la Junta Municipal de Salamanca y Jefe de Área en la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid.

Ilustración: Patri Tezanos (Zonaretiro.com)

Comentarios

  • Bruno marquez says:

    Estoy de acuerdo en el planteamiento que hace este señor de la ciuestión, pero también es cierto que hay empresarios sin escrupulos que explotan a los trabajadores, a Hacienda y a quién se ponga por el medio. Afortunadamente no deben ser la mayoría o aqui no habría quién viviera. También es verdad que para montar una empresa, entre registros, bancos, trámites, impuestos y permisos el que se dedica a empresario acaba siendo un heroe más que otra cosa. Aver si es verdad que vemos el fin de la burocracia, que lo dudo. ¿no decían que se iban a conceder autolicencias como en otros paises para abrir negocios? ¿que fue de aquello?

  • juan Carlos says:

    No he podido leerme el artículo entero. Menuda ceguera.
    Entiendo que esto sólo puedes escribirlo desde la idea materialista de que el dinero, las finanzas, la economía y la financiación son la base de todo.
    Pues te equivocas. No es necesario crear riqueza, ni crecimiento, ni plusvalías, ni intereses, ni justificar con más cuentos.
    Es tan sencillo como poner a la persona en el centro y hacer que sólo se produzca lo que la gente necesita para su crecimiento personal (que realmente es muy poco).
    El resto del corolario, que lo deduzca cada lector.

  • Pues el que diga que se puede vivir sin empress, lo siento, pero es un inculto (por no decir otras cosas). Las empresas y por tanto los empresarios que las regetan, son uno de los pilares más importantes de la económia, de la actividad económica. Por ello, el estado debe incentivar su creación, haciéndolo fácil: eliminando tantas trabas administrativas como hay; obtención de ventajas fiscáles y quitando algunas licéncias.Hay que apoyar de una forma u otra a los que a pesar de la crisis quieren montar un negocio. Van a generar riqueza y por supuesto empleo, sabiendo el riesgo que ello entraña; pues también es verdad que tarde o temprano tendrán que obtener beneficio; sino imposible subsistir. En estos momentos se están cerrando muchas y despidiéndo gente; pero que quisiera el empresario, no solo no despedir sino aumentar su plantilla cuatro veces: señal que las cosas le van bien y su negocio prospera. Además, no solo crean o aumentan la utilidad de los bienes o servicios (añaden valor) sino que con sus impuestos (excesivos) el gobierno obtiene ingresos; sino, de donde van a obtener esa fuente importante de ingresos?. Me alegro que desde la Comunidad de Madrid se vaya a apoyar a los inversores y según dice nuestra presidenta: crear Bienestar, Riqueza y Empleo.
    Efectivamente; ni políticos, ni funcionarios: empresarios.

  • Javier León says:

    Pues hay cosas del articulo que me parecen bien y otras no tanto, pero desde luego, el señor que escribe mas arriba Juan Carlos lo que me parece es que está fuera de este planeta, al menos el que yo conozco. Como alegato hippie es fantástico, pero ¿cuantos hippies han hecho progresar a los paises o han hecho que la gente viva mejor? bueno, el flower power y la psicoldelis, pero yo lo que quiero es poder mandar ami hijo a la universidad y terminar de pagar la hipoteca, y eso solo puedo hacer con un trabajo, en mi emprersa. Y si mi empresa no gana dinero, a la calle. ¿Como propone arreglar esto, produciendo menos porque el ser humano necesita poco? Es una idea de progreso, desde luego, pero no creo que se pueda aplicar y hay que vibir en este mundo, no en uno para lelo.

  • Bueno, respecto a lo de funcionariado, es verdad que tenemos un excesivo funcionariado y muchas veces duplicado, además, de no muy optimizado, aunque reconozco que esto va cayendo poco a poco, muy lentamente para mi gusto, por eso me alegre cuando me entere de la tendencia del gobierno a eliminar duplicidades. Asi, así es como se conseguirá aumentar los empresarios, no con ayudas directas, si no evitando que tenga que contratar a un bufete entero solo para hacer tramites, facilitando la apertura, que si yo, empresario, se que por mi clientela, que trabaja de lunes a sábado por la mañana, solo puede hacer la compra el domingo, que se me permita abrir, por eso abogo por la libertad, libertad de horario, libertad de apertura, quitémonos las cadenas que quieren imponernos ciertos sectores, por idearios trasnochados, y dejemos a la gente libre.

  • Juanma GG says:

    A ver, no se trata de elegir entre políticos, funcionarios y empresarios. Se pueden ser las tres cosas o ninguna, no hay obligación. Cada uno cumple su función y todas son necesarias para la sociedad actual. No puedo imaginar un país sin políticos, sin funcionarios y sin empresarios, la verdad.

    Tu artículo se centra más en los autónomos que en los empresarios por lo que yo lo hubiera titulado “Vivir sin autónomos” o “Vivir sin autoempleo”. El empresario es una figura denostada en nuestro país, es cierto, pero el autónomo mucho más. Es el pilar de nuestra economía y debería tener mayor protección.

    Por supuesto estoy de acuerdo con eliminar trabas burocráticas y favorecer fiscalmente al empresario y al autoempleador. Y no puedo por menos que reírme de esa concepción buenista y utópica que pretende hacernos vivir a todos con una zanahoria y un vaso de agua porque no necesitamos más. Con esta teoría seguiríamos en la edad de piedra. Yo también quiero que mis hijos viajen en avión y no en carretas de bueyes, que estudien en las mejores universidades y que el futuro se lo labren ellos mismos, no castradores de lo ajeno porque… total, no se necesita más que pan y agua.

  • Maria Pilar says:

    Estoy de acuerdo en que la prosperidad no la crean los políticos ni los funcionarios pero sí que pueden contribuir a su consecución. Me explico. Teniendo en cuenta los siguientes datos:
    – Disminución en términos porcentuales del número de autónomos empleadores (1,9%) frente al crecimiento de autónomos no empleadores (0,9%).
    – En Europa el 15% son autónomos mientras que en España es el 17%
    – Curiosamente los sectores más afectados por la crisis en España (automoción, construcción y turismo) son justamente los que cuentan con mayor número de afiliados por cuenta propia

    Tal vez podemos invertir esta tendencia si:
    – estimulamos la innovación y fomentamos las actitudes y valores de la cultura del riesgo
    – realizamos un pacto sobre política científica donde la enseñanza no esté condicionada por los ciclos político-electorales ni por la problemática a corto plazo del mercado de trabajo
    – simplificamos la legislación laboral
    – fiscalmente pasamos de un régimen de devengo al de caja, al menos hasta la salida de la crisis
    – en el ámbito energético se vela por la estabilidad regulatoria y se acomete un programa de eficiencia y ahorro energético
    – preservamos la unidad de mercado (frente los 17 actuales) y reducimos los costes de transacción que se derivan de las obligaciones y relaciones empresario-adminsitración
    – impulsamos el arbitraje y la mediación en la resolución de conflictos en la actividad empresarial

    ¿Seguimos pensando que los políticos no influyen en la prosperidad?

  • AUTONOMA says:

    Pues mira, a mi esto me toca directamente. Podían ya que se ponen los señores políticos bajarnos un pelín los impuestos. En España ser autónoma cuesta 200 euros al mes y en Inglaterra, 15. Pues así nos va. Pero no se trata de ser materialista, como dice Juan Carlos: es necesitar un sueldo y si nadie me lo da pues me lo busco yo sola y nadie me hace de jefe, que puñeta. Todos queremos ganar dinero y para eso hay que producir y si puedo ganar 6 mejor que 3. Pero eso no es materialismo ni quiero cargarme el planeta, es que me cuesta llegar a final de mes. Debe ser que este señor va sobrado. Enhorabuena pero yo el dia que no produzco no como.Y ya solo faltaria que con la crisis que tenemos llegue un iluminado a decirnos que produzcamos menos. Bueno, puede que los griegos le hicieran caso, je, je…

  • Es un artículo que solicita cierta fuerza sináptica y es normal que algunos soliciten demasiado la atención, la concentración o no dispongan de herramientas para la comprehensión lectora.

    Es cierto que los humanistas pusieron en el centro al ser humano, pero ¿qué lograron? Y ¿quiénes estaban detrás? Los mecenas que con su protección política, con su aprecio por el saber antiguo, con la remuneración económica facilitaron el desarrollo del Humanismo. ¿Cómo se puede traducir eso fácilmente? Político o empresario. Y ¿Gutenberg y su imprenta? Autónomo e i+d+i.

    En cuanto al materialismo que tb lo cita nuestro 1/2 lector, solo me permito a citar a nuestro amigo Karl: “El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general”. ( Contribución a la crítica de la economía política, 1859 )

  • La verdad es que “Juan Carlos” me ha hecho recordar la saga Star Trek, donde a menudo se dice que “la sociedad de la Tierra en el siglo (no recuerdo cual, pongamos que el XXXVI…) ha superado el concepto del dinero y se produce por un bien común…”

    Pues eso, que Juan Carlos vive en la nave Enterprise… Que tome los mandos del “Puente” y a navegar en la utopía…

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *