Doña Ana, mal empezamos el año

Madrid,

J. E. Villarino.- Al fin se ha producido el cambio esperado en la cúpula consistorial madrileña. El sr. Gallardón que antes de las elecciones municipales volvió a decir que no aspiraba a otra cosa que seguir de alcalde, ha dejado tirados a todos sus votantes y ha pegado la espantada a donde le pide su ambición. Y ahí os quedáis y con vuestro pan os lo comáis, que diría el clásico.

Ya sabemos que al alcalde o alcaldesa la eligen los concejales y que por tanto su nombramiento es lícito, legítimo, pero no deja de ser una sustituta de otra persona que debería seguir al frente de la alcaldía de Madrid. Porque aunque los programas electorales son de los partidos, los firman las personas, los cabezas de lista, los llamados líderes, aunque, en la práctica, no lo sean tanto. Gallardón  ha dado la escapada y el relevo lo ha recogido Ana Botella, su segunda. Conclusión: a esto no hay otra forma de llamarlo que fraude electoral. Uno compra una mercancía y, sin ser por causas mayores, se encuentra con otra. En castizo: le dan gato (a) por liebre. Y si no te gusta, el ayuntamiento no te devuelve el dinero, es decir, el voto.

Bueno, puestas las cosas así, la segunda derivada con que inauguramos este mítico 2012 se refiere a nuestro tema central: el Transporte. Si empezamos el año con una sustituta no electa, mal seguimos en cuanto al transporte se refiere. Nosotros creemos que las palabras definen bastante bien las cosas. Son importantes las palabras para acotar las cosas, y en su denominación se nos ve el plumero de la importancia que les damos. Por ejemplo: “albariño” no es lo mismo que “peleón”, ni “Transporte” lo mismo que “Movilidad”.

La ocasión era buena para dar al transporte la importancia que tiene en esta ciudad, empezando por llamarle por su nombre y no por una generalidad “movilidad”. El transporte es algo más que movilidad. Existe una demanda de movilidad y, para satisfacerla existe una oferta de transporte. El transporte es más el todo y la movilidad sólo una parte. Pues no contenta con esto, con no aupar al transporte a la altura de la preocupación que por él tienen los ciudadanos, sigue en el mismo saco que el Medioambiente y le añaden nada menos que la “Seguridad”. Pobrecito Transporte, pobrecito Medioambiente y pobrecita “Seguridad”. Tres morlacos de Victorino para un sólo matador. O, como dicen por levante: mucho arroz para tan poco pollo. Dª Ana, una cosa es un presupuesto austero y otra, bien diferente, mezclar churras con merinas.

Corolario: Dª Ana ha tirado la toalla y le pasa el transporte -ya le pasó Gallardón el METRO y sus votos en el Consorcio- a Dª Esperanza para que, en la realidad, ella lo gestione. Dª Ana se queda con eso del ORA, los aparcamientos y las multas. Ni más, ni menos.

Foto: Ayuntamiento de Madrid

Comentarios

  • A ti sí que se te ve el plumero. Fraude electoral ¿para quién? Si acaso para los votantes del PP y deja que sean ellos los que se pronuncien, que no es tu caso. Lo que tú has votado está en la oposición con Gallardón o con Botella. Y de la insensatez de la parte final de tu artículo solo decirte que es una crítica sin más, no argumentada. Simplemente no te gusta Botella, ni Gallardón, ni el PP… y hagan lo que hagan (qué insensatez criticar una reducción de concejalías) vas a tirar a degüello.

  • Ramiro López says:

    No sé quién es peor, los que están en contra del PP haga lo que haga, o los que aplauden todo lo que hace el PP, haga lo que haga…

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