Las Ventas acoge una muestra de maquetas de plazas de toros desmontables

Madrid,

Zonaretiro.com.- La Plaza de Toros de Las Ventas, que podría ser una plaza cubierta antes de los Juegos Olímpicos de 2020, acoge desde este lunes 22 de octubre una exposición sobre maquetas de plazas de toros desmontables. Organizada por la Comunida de Madrid, se trata de una muestra integrada por casi medio centenar de proyectos elaborados por estudiantes de arquitectura de la Universidad San Pablo CEU que ofrece una “visión alternativa al futuro de estas plazas”.

Denominada ‘Plazas de toros desmontables’, estará abierta al público hasta el 25 de noviembre en la sala ‘Antonio Bienvenida’, con la intención de “aportar la visión que los futuros arquitectos tienen sobre la forma de combinar los modernos materiales y las nuevas técnicas constructivas aplicadas a la integración de las plazas de toros en entornos urbanos”.

Uno de los trabajos muestra una plaza de toros plegable en la Plaza de Armas del Palacio Real de Madrid, una estructura ligera, tubular, plegable y autoestable que se puede desmontar en módulos. La estructura permite colocar toldos que cubran la zona de público para dar sombra y tapar vientos.

El consejero de Presidencia, Salvador Victoria, en la muestra – CAM

Otra de las maquetas presenta una plaza desmontable en plena Plaza Mayor de Madrid. Se trata de volver a dar vida a este espacio con espectáculos taurinos mediante la instalación de un graderío circular traslúcido que serviría para dar sombra al transeúnte mientras no se celebre la Fiesta, pudiendo ser utilizado también su bajo grada como espacio para otras actividades públicas o privadas.

Otra de las simulaciones proyecta un escenario taurino en 10 Avenue West 30th Street de New York. Esta plaza plantea una novedad sorprendente al tener el tamaño en función de la gente que compre su palco. Cada palco albergaría entre 10 y 15 personas con acceso directo desde la calle. Y, por último, se muestra una plaza de toros desmontable integrada en el Arco del Triunfo de Barcelona. La forma del graderío nace de un origami japonés que tiene la virtud de plegarse mucho y por tanto transportarse con facilidad.

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