Dalí llega al Museo Thyssen tras su exitoso paso por el Reina Sofía

Madrid,

L. Torres.- Desde este martes 8 de octubre de 2013 y hasta el 12 de enero de 2014, el Museo Thyssen del Paseo del Prado acogerá la exposición ‘El Surrealismo y el sueño’, en el que se hará un recorrido por el que, “más que un movimiento artístico, fue una actitud ante la vida que ha dejado una marcada huella en todo el arte posterior”, según afirman desde la pinacoteca. Y, como no podía ser de otro modo, contará con pinturas, dibujos, collages, esculturas y fotografías de Dalí -récord de visitas en el Museo Reina Sofía, con 732.339 del 27 de abril al 2 de septiembre de 2013-, además de artistas como André Breton, Paul Delvaux, Yves Tanguy, Renée Magritte, André Masson, Max Ernst, Jean Arp, Claude Cahun y Paul Nougé, entre otros.


Se podrán ver obras de Dalí como Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada un segundo antes del despertar (1944)*, en la que el artista representa a su mujer y musa Gala, levitando dormida sobre una roca en un paisaje marino en el que reina la calma.

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En este cuadro, Dali representa, bajo su cuerpo desnudo de Gala, dos gotas de agua flotando y una granada en torno a la que revolotea una abeja. El zumbido de la abeja provoca un sueño en Gala, que se materializa en la parte superior por la explosión de otra granada de la que sale un pez de cuya boca, a su vez, surgen dos enfurecidos tigres y una bayoneta. Es este arma el que, un segundo más tarde, despertará a Gala de su plácido descanso. Aunque en 1944 Dalí residía en Estados Unidos y apenas pintaba, en esta obra retoma su “método paranoico-crítico” que, siguiendo las teorías freudianas, defendía la multiplicidad de significados de las imágenes y que le convirtió en uno de los principales miembros del grupo surrealista.

Sueño e imagen

Esta exposición mostrará, por vez primera, cómo esa huella, esa transformación de la sensibilidad contemporánea, tiene su raíz más profunda en la vinculación surrealista entre sueño e imagen.

Los surrealistas reivindicaron desde un primer momento el sueño, junto a la escritura automática, como una de las vías fundamentales de la liberación de la psique. Aunque los planteamientos de Sigmund Freud, y en particular su gran obra La interpretación de los sueños(1900), resulten decisivos para sus aproximaciones al mundo onírico, no se limitaron a ser meros seguidores de Freud.

Para ellos, el sueño era un plano de experiencia diferente al de la vida consciente, cuyo conocimiento incidía de modo especial en el enriquecimiento y ampliación del psiquismo.

* Más información sobre este cuadro, aquí

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