‘Justa Freire, reclusa de la Cárcel de Ventas’, en Fuente del Berro

Madrid,

L. Torres.- Este jueves 12 de noviembre a las 19.00 horas, el Centro Cultural Quinta del Berro acogerá una conferencia sobre la antigua convicta en la Cárcel de Ventas, Justa Freire, en el marco del proceso iniciado por la Junta Municipal de Salamanca para recuperar la memoria histórica de las mujeres presas en la antigua cárcel de Ventas, dentro del cual se encuentra la exposición ‘Ventas: Historia de una prisión de mujeres (1933-1969)’, que permanecerá abierta al público en el Centro cultural quinta del Berro, hasta el 14 de noviembre.

La exposición está dedicada a la cárcel de mujeres de Ventas, la prisión femenina más poblada de la historia de España. Construida en tiempos de la Segunda República, se convirtió en uno de los centros con mayor número de reclusas durante la dictadura. Finalmente fue demolida a principios de los años setenta.

La conferencia del día 12 corre a cargo de Mar del Pozo Andrés, catedrática de la Universidad de Alcalá de Henares.

En palabras de la propia María del Mar del Pozo:

“Justa Freire Méndez fue una mujer moderna y avanzada para su época. Su retrato literario nos llegó a través de la obra de teatro La colmena científica o el café de Negrín, con la que José Ramón Fernández obtuvo el Premio Nacional de Literatura Dramática 2011.

Tal era la fuerza de su personalidad que el autor la eligió como el único personaje femenino en un mundo de intelectuales y científicos, dibujándola como lo que era en los años veinte, una maestra del vanguardista e innovador Grupo escolar ‘Cervantes’ de Madrid. En él educó a los hijos de los obreros de Cuatro Caminos, entre ellos al futuro líder comunista Santiago Carrillo.

Durante la Segunda República fue directora del Grupo escolar ‘Alfredo Calderón’ de la Ciudad Jardín, viviendo, junto a otro puñado de mujeres, la experiencia de ser las primeras profesionales que dirigieron a docentes varones. Muchas de ellas pagaron bien cara su osadía.

Después de una guerra, un juicio y un encierro en la cárcel de Ventas, acabó en el Colegio Británico, formando a muchos aristócratas y a varios retoños de los jerarcas del franquismo. Le arrebataron todo y fue capaz de reinventarse a sí misma, porque nunca nadie le pudo robar su alma apasionada”.

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