La Policía impide por primera vez parar un desahucio en Madrid

Madrid,

P. Horrillo.- Pese al madrugón de varios miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Madrid, el pasado miércoles no se pudo impedir el desahucio de María José C.M., vecina del distrito de Ciudad Lineal. Era el segundo intento del colectivo por evitar que esta mujer y sus dos hijos (uno con una minusvalía del 77% y la otra en el paro) se quedaran en la calle. Pero la policía apareció en gran número a las 7:30 horas de la mañana y sacó a rastras a los 15 ciudadanos que estaban sentados y agarrados unos a otros delante de la puerta de María José para cortar el paso a la secretaria judicial y evitar (como hicieron días atrás) el desahucio.

Llegaron unos 50 antidisturbios en 15 furgones blindados de la Policía Nacional y crearon un perímetro para impedir que nadie se acercara al domicilio de María José. Este cerco de seguridad cortó todas las calles adyacentes a Virgen del Lluc y, ni siquiera los periodistas acreditados, pudieron acceder a las inmediaciones del número 140 para filmar lo que estaba pasando. Convocados por las redes sociales y con un megáfono por las calles del barrio, fueron acudiendo grupos de personas para apoyar a esta madrileña de 53 años y en el paro a la que, finalmente, han desahuciado. La Caja del Mediterraneo (CAM) es ahora la propietaria del inmueble.

La abrumadora presencia policial no impidió que unos 300 manifestantes, repartidos en los diferentes puntos donde los antidisturbios impedían el paso, alzaran sus voces para que su vecina se sintiera acompañada. De hecho, una vez en la calle, María José se acercó a uno de los grupos y agradeció su apoyo gritando “Me voy con la cabeza muy alta porque no soy morosa, soy pobre”.

Búsqueda de ayuda

Viendo la situación de desamparo en la que se quedaba esta familia, algunos portavoces de la PAH propusieron una marcha hasta la Junta de Distrito de Ciudad Lineal para reclamar una vivienda para María José y sus hijos. En el trayecto, que tuvo una primera parada en la sucursal de la entidad financiera que se ha quedado con el piso, se fue sumando gente a la protesta y unas 400 personas se concentraron delante de la Junta. Sin embargo, la plaza estaba tomada por efectivos de la policía y no se permitía el acceso al edificio municipal.

Se intentó acceder a las instalaciones de forma pacífica para, individualmente, rellenar una instancia general en la que se ponía en conocimiento de la administración la intolerable situación de estas personas y la necesidad de facilitarles algún lugar para vivir. Y, pese al derecho evidente que tienen todos los ciudadanos de entrar a un edificio público, la policía impidió el paso y se vivieron momentos de tensión. Para evidenciar el desconento de esta injusticia, algunas personas decidieron cortar momentáneamente la calle García Noblejas y así ejercer presión sobre los funcionarios.

Su acción surtió efecto y se consiguieron sacar a la plaza unas 200 hojas para que, aquellos que quisieran, presentaran esa reclamación en un intento más por paliar la difícil situación de esta familia. De momento, María José y sus hijos han pasado la noche en el almacén que una vecina que se lo ha dejado hasta que encuentren un lugar en condiciones. Su limitación no está solamente en disponer de 688 euros mensuales (suma de las ayudas del Estado por la invalidez de su hijo y por la Ley de Dependencia) para mantenerse los tres, sino en la deuda de 200.000 euros contraída con la CAM y que no está dispuesta a negociar.

Encontronazos con la Policía

En el ejercicio de su trabajo, la periodista que firma esta pieza fue amenazada con ser detenida por la policía en dos ocasiones. La primera [ver el vídeo] porque, al crear un cerco policial en la Junta de Distrito de Ciudad Lineal, los agentes (sin identificación) quisieron que se moviera a otra parte de la plaza, como si su presencia presentara alguna clase de amenaza. La segunda porque, según otro de los policías, la periodista había realizado fotografías de primer plano de los agentes (cosa que era mentira) y le exigió que le mostrara las fotos y los vídeos para comprobarlo. Una vez convencido, el policía lanzó una advertencia a los periodistas que estaban alrededor: “Al que haga fotos de cerca de mis agentes, le confisco la cámara”.

Galería:

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