Joaquín Torres, de arquitecto de famosos a arquitecto social

Madrid,

C. Linares.- El arquitecto de los famosos y de casas de lujo como las de la afamada urbanización de La Finca, en Pozuelo de Alcarcón, Joaquín Torres, se ha lanzado al diseño de jardines infantiles para los hospitales madrileños. Antes del verano estará inaugurado el de la azotea del Hospital Universitario La Paz, un espacio de encuentro y juego para los niños hospitalizados, enmarcado en el Plan de Humanización del centro sanitario.

El estudio de arquitectura A-cero lo ha proyectado gratuitamente y se realizará gracias a los fondos obtenidos por la ONG Juegaterapia

Setá un espacio de ocio donde los niños ingresados durante largos periodos de tiempo puedan disfrutar del aire libre en un entorno que evoca a la naturaleza. El objetivo es hacer más agradable la estancia del niño y de su familia en el hospital, a la vez que contribuir a una mejor recuperación.

El jardín se estructura a través de una serie de elementos circulares que funcionan como distintas zonas de juego y estar, relacionadas formalmente con un camino que recorre la cubierta creando un itinerario que invita a adentrarse y explorar todo el espacio. La cubierta estará tapizada en césped artificial, con árboles plantados en grandes maceteros y elementos que buscan transmitir la sensación de contacto con la naturaleza.

Así, hay un gran círculo pensado como zona de juegos para los más pequeños, jardineras con arbolado que servirán de banco para sentarse a la sombra, mesas circulares cubiertas pensadas para juegos de mesa, espacio de lectura, dibujo o pintura, una zona deportiva y un mosaico Pixel XL con piezas imantadas que permiten ser movidas, cambiando así la decoración y sirviendo para jugar.

Un espacio terapéutico

Para la terraza de hospitalización, se instalarán jardineras para crear un jardín terapéutico relacionado con los sentidos, donde la vegetación está relacionada con cada sentido: en el jardín del olfato habrá plantas aromáticas; en el de la vista plantas coloridas; en el del gusto frutales; en el del tacto con distintas texturas y el del oído, aquellas que, con el movimiento del viento, emitan sonidos. También habrá una zona en la que los niños puedan sembrar sus propias plantas y observar su transformación en flores, para incorporar este espacio al proceso terapéutico y contribuir a mejorar el estado de ánimo de los pacientes.

En palabras del arquitecto Joaquín Torres: “Este es uno de los proyectos más especiales y que con más cariño ha llevado a cabo el estudio de arquitectura A-cero. Se quiere con él, acercar el medio ambiente, la educación y la vegetación a los niños que se encuentran ingresados. Se trata de crear para ellos un “submundo verde” dentro del hospital como lugar de esparcimiento, favoreciendo así la ocupación de su tiempo libre, en un entorno natural que les aporta la libertad de la que carecen, al permanecer en el centro ingresados durante tanto tiempo.”

Según el doctor Javier Cobas, subdirector Gerente del hospital, la idea nace cuando se intenta recuperar la Pajarera que tenía el hospital en sus orígenes y es que, desde la creación del Hospital Infantil en 1965, sus profesionales han tenido siempre una especial sensibilidad hacia la situación vital de cada niño. “El nuestro -afirma- ha sido un centro pionero en la instauración de un Plan de Humanización que tiene como objetivo conseguir que el niño, durante el tiempo que esté con nosotros, se encuentre como en casa y que el ingreso hospitalario no rompa con su vida privada, sus amigos o las clases”.

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