Mano dura con las despedidas de soltero en La Latina

Madrid,

L. Torres.- El presidente de los distritos de Centro y Chamberí, Jorge García Castaño, ha hecho balance este martes 28 de junio de 2019 de los usos del espacio público.

Las terrazas en Centro han ganado 483 metros cuadrados en el primer año de mandato de Ahora Madrid y se pasa de las 611 autorizaciones de hace un año a las 645 y el 75% de las 645 autorizaciones tienen abiertos expedientes disciplinarios dado que el nivel de incumplimiento es alto.

La complejidad urbana y la fuerte intensidad de uso de Centro provocan acciones permanentes en la vía pública con el objetivo de facilitar la convivencia y la seguridad de todos los actores que participan en la vida del distrito: vecinos, hosteleros, comerciantes, turistas y profesionales públicos (técnicos, policías, personal de limpieza).

Para García Castaño, “es importante alcanzar el equilibrio necesario entre todas las partes afectadas, el cumplimiento de las normas y sobre todo el diálogo, especialmente con los hosteleros, para conseguir una mejor redistribución del espacio público que haga compatible la movilidad peatonal, la instalación de terrazas o veladores y la seguridad”.

Uno de los principales temas de debate que genera el uso del espacio público es la ocupación del suelo por las terrazas y la de ofrecer las mismas oportunidades a todos los hosteleros que solicitan veladores dentro de un espacio limitado como son las calles y plazas. La racionalización del espacio es el objetivo para alcanzar un modelo de distrito y de ciudad más social, justo y equilibrado.

El concejal de Centro y Chamberí ha destacado que solo a través de diálogo y la autorregulación se puede encontrar el equilibrio en la ocupación del espacio público, y que las juntas municipales están cumpliendo la Ordenanza de Terrazas y Quioscos de Hostelería y Restauración para evitar abusos y actuaciones discrecionales.

De ahí la obligación que tienen los propietarios de locales comerciales de exponer públicamente las licencias oficiales, entre otras obligaciones de los comerciantes, aunque también ha exigido mayor transparencia y reglas más claras en este tema tan polémico en el distrito más turístico de Madrid. Prueba de este nivel de exigencia es la mejora experimentada en el cumplimiento de la normativa y el descenso de la indisciplina en materia de ocupación.

En este sentido, el concejal García Castaño ha destacado las molestias que causan las fiestas de despedida de solteros en la zona de restauración, copas y tapeo de La Latina.

El concejal García Castaño ha ofrecido datos interanuales de la vigilancia del espacio público. En este sentido, las intervenciones de venta ilegal en la calle pasaron de 5.600 en el periodo mayo 2015-mayo 2016 a las 4.960 del periodo mayo 2016-mayo 2017. En cambio, este descenso ha supuesto un aumento en el número de objetos intervenidos que ha pasado de los 78.400 (2015-2016) a los 79.475 (2016-2017).

Dentro de este apartado de la venta ilegal, García Castaño se ha referido a la venta (lateros) y consumo de bebidas alcohólicas (botellón) en la vía pública. En el primer caso, las intervenciones han pasado de las 15.974 (2015-2016) a las 13.491 (2016-2017), cifras referidas al periodo interanual de mayo a mayo.

Dentro de la ocupación del espacio público, el concejal de Centro ha recordado el acuerdo alcanzando para regular la venta de lotería en la Puerta del Sol (loteros) para facilitar la movilidad y seguridad de los viandantes.

Mano dura contra las despedidas de soltero

El concejal-presidente de Centro, Jorge García Castaño, prometió hace unos días “puño cerrado”, “hacer cumplir las ordenanzas” y que haya “más intervención policial” para minimizar las molestias que generan las múltiples despedidas de soltero en La Latina, con problemas de convivencia en un punto de la ciudad en el que se produce una tensión entre un barrio residencial que también está especializado en el ocio.

Castaño actuará con la “contundencia necesaria” para que en La Latina no se consolide modelo de ocio como el de Magaluf.

El edil ha pedido “reflexión” a los hosteleros. Tras avanzar que “en poco tiempo” plantearán una serie de actuaciones a la hostelería, los comerciantes y las asociaciones de vecinos, el concejal ha puesto el acento en la necesidad de “hacer cumplir las ordenanzas”. “Tiene que haber más intervención policial y tiene que haber reflexión por parte de algún sector de la hostelería, que tienen que ser conscientes de que están depauperando la hostelería de la zona al pasar a franquicias y bares ‘low cost’ que no aportan nada y que son un problemón para los vecinos“, ha planteado.

“Queremos que Madrid sea la ciudad de los abrazos pero en algunas zonas del centro igual hay que dar con el puño cerrado”, ha resumido.

El planteamiento que hace el también concejal de Chamberí es el de ir a una “ciudad policéntrica, que haya varios centros”. “Es importante tener una mirada de centro amplio, de un centro que vaya desde Cuatro Caminos hasta el río”, ha argumentado poniendo énfasis en lo esencial que resulta caminar a nuevos elementos de interés turístico, como pueden ser la Quinta de los Molinos, el parque del Capricho o el Beti Jai.

Ahora Madrid defiende que Centro mantenga su condición de barrio residencial. “Tenemos una obsesión, que es que no se pierda población en el centro. Para eso necesitamos situar actividades económicas y dinámicas en él para no acabar generando un esquema de movilidad ridículo”, ha planteado.

Eso es lo que pasa cuando los residentes de Centro salen fuera del distrito a trabajar y otros de fuera acuden a sus puestos de trabajo en el corazón de la ciudad, donde los servicios que se ofrecen se caracterizan por salarios bajos que hacen imposible pagar allí el precio de una vivienda. Y todo eso unido a la presión de los apartamentos turísticos.

“Tenemos todos los elementos para construir barrios muy compensados, con usos compensados, como hostelería, comercio, otras actividades económicas de más valor añadido, como iniciativas relacionadas con la economía social o la rehabilitación energética, y que sean barrios residenciales. Creemos que una cosa complementa a la otra”, ha planteado. Tampoco se ha olvidado de los espacios de ‘coworking’, públicos o privados. “Tenemos que conseguir que haya actividad económica más allá de la hostelería”, ha remachado.

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