F. Mollá.- El proyecto ‘Sitio del Retiro y el Prado en Madrid’ ha presentado este martes 8 de julio de 2014 su candidatura para ser declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Sería el primer bien distinguido con este título de reconocimiento mundial en la capital española.
La iniciativa cuenta con el respaldo de todos los grupos políticos municipales y cumple “con la primera y más importante exigencia para concurrir a la denominación de Bien Patrimonio Mundial, que es poseer la condición de Bien de Valor Universal Excepcional”.
Este espacio que engloba una zona de 203 hectáreas formadas por el Parque del Retiro y su extensión en el Paseo del Prado cuenta con 23 monumentos y jardines declarados Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima categoría para el patrimonio histórico español.
Junto al propio parque, que abarca la Zona Núcleo del Sitio, sobresalen algunas de las dependencias del desaparecido Palacio del Buen Retiro -el Casón del mismo nombre y el Salón de Reinos-, la Puerta del Alcalá y el Museo del Prado, una de las joyas y emblemas de Madrid y de España, tanto por su arquitectura, obra de Juan de Villanueva, como por su condición de primerísima pinacoteca de rango universal.
También forman parte de esos 23 BIC el Real Jardín Botánico, el Museo de Antropología, la Bolsa de Madrid, la Academia Española de la Lengua, los palacios de Cristal y de Velázquez, el Observatorio Astronómico y el Palacio de Cibeles.
La solicitud elevada al Consejo Nacional de Patrimonio para que el Sitio del Retiro y el Prado en Madrid forme parte de la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la UNESCO se ha formulado en colaboración con la Comunidad de Madrid
El proyecto aglutina un paisaje urbano cuyo valor reside en su singular unidad de conjunto, que ha mantenido su armonía durante siglos, junto a la evolución y al crecimiento de la ciudad de Madrid. Un paisaje cultural que constituye uno de los grandes ejemplos internacionales del clasicismo.
Historia del Retiro
La historia del Sitio del Retiro y el Prado arranca en el reinado de los Reyes Católicos, que concedieron a la Orden de los Jerónimos la posibilidad de asentarse donde hoy se encuentran la Iglesia del mismo nombre, que tan estrecha relación ha mantenido desde entonces con la Corona.
El Cuarto Real, -cuarto de retiro real durante la Semana Santa y luto-, sito en el Monasterio, dio origen al nombre del Palacio del Buen Retiro, que mandaría construir Felipe IV en las cercanías de dicha iglesia y que, con sus jardines, ocupaba todo el área que hoy presentamos como Sitio del Retiro y el Prado en Madrid.
Es bien conocida la historia de este Real Sitio, desde su construcción en la primera mitad del siglo XVII: el Palacio, jardines y manufacturas reales que en él se ubicaron, su paso a Parque o Jardín Público por donación de Isabel II, y el desarrollo urbano que se llevó a cabo en parte del recinto, promovido por el ensanche del Plan Castro a mediados del siglo XIX, a partir de esa fecha y hasta nuestros días.
Un conjunto que, pese a las transformaciones sufridas, guarda una asombrosa unidad armónica, tanto en sus jardines como en sus calles y plazas, haciéndolo único y singular. Un acervo patrimonial que permite imaginar, intuir e incluso revivir algunas de las épocas y momentos más emblemáticos de esta parte fundamental de Madrid.
Atendiendo a las exigencias de la UNESCO para su inclusión en la Lista Indicativa son varios los criterios que acreditan el Valor Universal Excepcional del Sitio del Retiro y el Prado en Madrid:
En primer lugar, según el proyecto, por constituir un mosaico de elementos paisajísticos y arquitectónicos extraordinarios, que es el resultado de la evolución de un antiguo Real Sitio desde el siglo XVII hasta nuestros días, en el centro de la capital.
La segunda razón es que se trata de un ejemplo muy representativo de un tipo de paisaje urbano evolutivo que ilustra varios periodos significativos de la historia de la Monarquía española.
Este conjunto, según los promotores de la iniciativa, ha sabido mantener su carácter monumental a través de los siglos y los sucesivos planes urbanísticos, el primero de ellos el del ensanche en el siglo XIX, y enriquecerse con ellos. Una buena muestra de ellos es la intervención ilustrada de Carlos III, que impulsó la construcción del Museo de Ciencias Naturales, hoy Museo del Prado, el Jardín Botánico y el Real Observatorio Astronómico, obra los tres de Villanueva.
Y el tercer elemento, porque el Real Sitio del Buen Retiro fue un escenario esencial en la cultura universal del Siglo de Oro español” en el que desarrollaron su obra y su arte figuras de la talla de Calderón de la Barca, Quevedo, Lope de Vega, Velázquez o Zurbarán. Hoy esa naturaleza cultural no solo se ha conservado, sino agrandado por la potencia de los tres grandes museos que son los pilares del Paseo del Arte madrileño.
De la candidatura del Sitio también forman parte numerosas instituciones de rango nacional, ubicadas en el recinto, como la Real Academia Española, la Bolsa de Comercio, el Palacio de Fomento (hoy Ministerio de Agricultura), el Cuartel General de la Armada y Museo Naval o la Iglesia de los Jerónimos.
Sin Patrimonio Mundial en Madrid
Será el Consejo Nacional de Patrimonio, en el que están presentes todas las comunidades autónomas, el que decida la inclusión de este bien en la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de España. Posteriormente, valorarán los expertos en Patrimonio de la UNESCO y los que decidan, en su caso, la declaración del Sitio del Retiro y el Prado en Madrid como Patrimonio de la Humanidad.
La lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO está integrada por más de 1.000 lugares. España es uno de los países con mayor número de bienes declarados Patrimonio de la Humanidad pero, paradójicamente, la capital, que es también capital cultural de una gran comunidad de 500 millones de hispano hablantes, no tiene ningún bien distinguido con este título de reconocimiento internacional.