La nave Boetticher sigue apagada

Madrid,

A. Inurrieta*.- La nave de la antigua fábrica Boetticher, sita en el distrito de Villaverde, sigue a la espera de que la iniciativa privada la ocupe, tras el dispendio realizado por el Ayuntamiento de Madrid. Mientras esto ocurra, las autoridades públicas han invertido ya 600.000€ inicialmente y luego el Gobierno de España prestó al Ayuntamiento cerca de 30 millones de euros para su acondicionamiento, pero que, a día de hoy, no ha servido para que este foco de innovación y creación, haya podido regenerar económica y socialmente una zona de Madrid muy degradada.

Por el camino, se ha sufrido un trámite urbanístico pesado que desincentiva la actividad económica y empresarial, algo que choca con la propaganda que emana de la Casa de la Villa sobre la licencia única, licencia express o el silencio administrativo. En Madrid, el celo administrativista es una rémora para el desarrollo económico, y es la razón por la que muchos empresarios tenemos que desistir de activar nuevos negocios y emprender, lo cual explica por qué Madrid está perdiendo pujanza económica y está expulsando población joven, empresarial y con formación elevada.

Es una pena que lo único que florezca en Madrid sean actividades ligadas a concesiones administrativas que impiden y establecen barreras para una competencia eficaz y eficiente, lo que de alguna manera genera clientelismos políticos muy perniciosos para los jóvenes que quieren empezar una vida diferente al trabajo por cuenta ajena. Esta falta de interés por el segmento de población más dinámico y empresarial se deja notar en la sociología urbana y densidad poblacional en los principales distritos. La expulsión de población joven, dinámica y emprendedora está favoreciendo que el envejecimiento sea ya uno de los principales problemas económicos, pero por el contrario es una fórmula perfecta para fijar la fidelidad del voto que permite ganar holgadamente elección tras elección en la ciudad de Madrid al gobierno del PP.

Los ejemplos de parcelas ociosas, los largos procesos administrativos, con un grado de discrecionalidad y arbitrariedad notable son, en conjunto, una serie de variables que ayudan a explicar un porcentaje no desdeñable del incremento del desempleo en la ciudad de Madrid.

En suma, el ejemplo de Boetticher, y las inversiones faraónicas de los Juegos Olímpicos son el peor ejemplo para una ciudadanía que es mucho más dinámica y creativa que los gestores de lo público, que, a pesar de lo que se piensa, no son las cabezas políticas, sino toda una maraña de elites administrativas que dificultan notoriamente la actividad económica. Estas hacen sufrir a muchas empresas innovadoras, mientras adoran a todos los oligopolios que dominan la ciudad, pero no hay que olvidar que ir a los palcos del fútbol queda muy bien y permite mantener y fidelizar posiciones políticas y económicas.

*Alejandro Inurrieta es ex concejal del Ayuntamiento de Madrid y Presidente del Observatorio del Distrito de Salamanca

Ilustración: Patri Tezanos (Zonaretiro.com)

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