El efecto Sergio Ramos

Madrid,

J. A. Aguilera*.- Como la Plaza de Cibeles es, en su cuarta parte, Distrito de Salamanca, habrá que hablar de fútbol. O no. De nuevo, como otras veces (el prefallecimiento de Suárez alrededor del 22M), eventos mediáticos convenientemente manipulados han incidido en eventos políticos.

En este caso, se fabricó un sandwich informativo en el que las elecciones fueron servidas envueltas en pan de fútbol. Pan blanco, en este caso. My Cibeles.

Soy de la opinión de que la final hispano-madrileña fue fabricada. Por tanto, a nadie extrañe que igual de seguro esté de que la victoria del Madrid obedece a razones extradeportivas. Era la demostración por los poderosos de eso, de que son los que mandan.

La jornada de reflexión fue un mitin pepero en toda regla -con el saludo Florentino/Aznar se les vio la patita- , y el día de la votación fue un altavoz del “¡España va bien!” de una madrugada a otra. Partido y celebraciones deberían haberse pospuesto a después de las elecciones, desde cualquier lógica de asepsia social.

¿En qué influyó? Es responsable de los tres puntos de ventaja del PP sobre el PSOE. La final de Champions permitió al PP agrupar a su electorado evitando que un mayor voto de castigo se concentrara en VOX, el mayor damnificado absoluto de esta estrategia, mientras que el PSOE lo fue en lo relativo, al sacarle un cuerpo de ventaja la lista popular.Pero aterricemos, que nos hemos ido por las nubes. Dicho queda.

Crucemos en diagonal el Distrito de Salamanca, de punta a punta, hasta el polideportivo aún bochornosamente dedicado al fascista general Moscardó. Vergüenza democrática da votar en un lugar con ese nombre, como bien se indignaba el amigo Vicente.

Allí comenzó el domingo con una sorprendente situación que sería premonitoria: el PP no tenía interventores para todas las mesas. Signo inequívoco de debilidad que luego se ratificaría. Jorge, el apoderado de Podemos, fue una de las estrellas de la jornada, en las conversaciones cruzadas y amables que los representantes políticos hacemos en esos viajes en tren que son los días de elecciones. No descubro nada, pues es público, que en la mesa a cuyo recuento asistí, PODEMOS sacó el doble que IU, mi organización. Siendo consciente de lo que esto podría significar, fui el primero en felicitarle, mucho antes de saber los resultados globales.

¿Qué ha pasado en el Distrito?

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La participación ha sido alta, como acostumbra, 9 puntos sobre la media nacional, pero baja 6 desde las anteriores europeas. Se triplican los votos nulos y casi se duplican los blancos.

El PP pasa de un respaldo del 60,15% al 46,80%. 18,5 puntos porcentuales menos, una caída del 28% sobre sus resultados de 2009, casi la tercera parte. Ha perdido casi 15.000 votantes, contando con el aumento de la abstención.
El PSOE sufre un revolcón mayor. Le dejan de votar 6.600 personas, la mitad de las que le votaron en 2009, cayendo del 20% al 11%. Un 45% menos.

UPyD no sube mucho, apenas medio punto, hasta el 8,17%. IU supera en más del doble sus votos y su porcentaje. Alcanza el 5,69%, subiendo 3,2 puntos sobre el 2,48 que obtuvimos en 2009. A pesar de ello, la aparición de nuevos partidos de derecha e izquierda nos relega a la séptima posición, quedando ligeramente por delante los compañeros/as de Podemos (5,72%), y sensiblemente detrás los de EQUO (2%).

¿Dónde han ido los votos del PP y del PSOE?

Si al medio punto que sube UPyD le sumamos un 8% de VOX y un 6% de Ciutadans, tenemos ya un 14,5% de ese 18,5 que se ha fugado del Partido Popular. No es descartable que el incremento de nulos y blancos también recoja algo.

Respecto al PSOE, su 9%, y algo más, ha recaído en Podemos (5,7), IU (3) y Equo (2). El tirón del partido liderado por Pablo Iglesias ha sido un potente atractor de nuevos votantes, como en el resto del estado.

Como se ve, la fragmentación de PP y PSOE en el distrito ha saltado en todas direcciones, tanto centrífugas como centrípetas, con un desplazamiento del centro de gravedad ligeramente a la izquierda.

En esta zona de Madrid aparece con perfil propio VOX, que es el contrapunto del ascenso de la izquierda transformadora (8% de uno contra +10,7% de la otra). Y se ve igualmente un centro derecha reforzado, compuesto por el tándem UPyD-Ciutadans, que suma un 14,2%.

De cara a las municipales y autonómicas, en este contexto que nos ocupa, nos preguntamos por un lado si aguantará VOX tras una campaña que le ha supuesto un gasto tremendo que no va a tener financiación institucional que lo compense. Por otro, si UPyD logrará capitalizar en las locales el voto que el domingo fue a Ciutadans. De lo que no tenemos duda es de que se ha abierto una puerta a la esperanza.

* Juan Antonio Aguilera es vocal vecino de IU-LosVerdes en el distrito de Salamanca

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